La propuesta de calendario 2024 que ha presentado la FIA parece hecha por el enemigo de don Miguel Gila, aquel que estaba al otro lado del teléfono del humorista español.
Si buscábamos ejemplo de sostenibilidad medioambiental y económica, o coherencia entre lo que se proclama desde la Federación y el deporte y lo que se hace luego, obviamente no es el lugar adecuado el esbozo de anuario para la temporada que viene. Otra cosa es que esto penalice, que a mi modo de ver no lo hace en modo alguno, ya que forma parte del ADN de la Fórmula 1 y acaso magnifica su legendaria cualidad dramática. Y ojito con las comparaciones, no sea que los noveles no hayan descubierto todavía los monstruos que esconden esas disciplinas que, dicen, son menos hipócritas que la nuestra.
¡Que viva el vino! Os leo.
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