Max no ha estado por labor de devolver favores ni mucho menos de hacer rehenes, de manera que la clasificación para el Gran Premio de Países Bajos se ha resuelto, literalmente, a cara de perro, con los cuatro primeros clasificados metidos en apenas 3 décimas, lo que dura un pestañeo, vamos.
A estas horas el vaso contiene un dedo de agua pero sigo viéndolo medio lleno... Mañana Dios dirá.
Os leo.
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