viernes, 16 de septiembre de 2022

The End

Con ésta hacen 6.901 entradas publicadas en Nürbu y será la última que dedico texto a la IndyCar como campeonato. 

Comencé a narrar la Serie en 2019, antes de la pandemia, por hacerme un poco idea de por qué tiene tanto predicamento entre los friquis y la nueva oleada de redactores de contenidos, y, desde luego, por pisar terreno firme a la hora de dar la razón a Maese, que la llevaba ya en 2011 [#VKt-02 (Carlos Castellá)], porque sólo con óvalos yo no iba a ninguna parte.

Cuatro temporadas después entiendo mejor la disciplina en su conjunto y puedo compararla «mejor» con la nuestra, también comprendo el magnetismo que ejerce, y bueno, este ciclo de aprendizaje concluye aquí pues a partir de ahora la disfrutaré cuando me apetezca, y sin pagar el peaje de tener que tomar notas, para luego revisar datos y acabar haciendo crónicas como las que dejé de hacer sobre Fórmula 1 poco después de abandonar Diariomotor en 2014; sí, hace ocho años.

La verdad es que esta pequeña aventura no podía tener mejor conclusión. Tras el final feliz del affair Ganassi/McLaren (la noticia aún no había trascendido), el campeón de 2021, Álex Palou, volvía a la senda del triunfo conquistando la primera plaza en el siempre complicado trazado de la californiana Monterrey (Grand Prix of Laguna Seca), y, además, alcanzándola con cierta comodidad después de dominar el tramo final de la prueba.

Lógicamente, el plato fuerte de la jornada consistió en la definición del campeonato, aunque, de los cinco litigantes a la salida de Portland [Rozar el cielo], pronto se vio que únicamente iban a contar dos: Will Power y Josef Newgarden, a pesar de que éste se había dado un bonito tiro en el pie en el Sacacorchos durante la clasificación. 

Power sentó sus reales desde el sábado mismo y partía como poleman el día siguiente, lo que, en cierto modo, enfrió la candidatura de Scott Dixon y congeló las pocas oportunidades que mantenían Ericsson y McLaughlin al comienzo de la cita. Newgarden, sin embargo, reaccionó a su complicada situación con inusitada grandeza. Partiendo vigésimo quinto en parrilla acabó por delante de Power y detrás de Palou, aunque, a la postre, ello no impidió que al australiano le dieran los números para coronarse bicampeón de la Serie desde la tercera posición.

Os leo.

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