viernes, 10 de diciembre de 2021

Maite zaitut, Kimi!

Publico a deshoras porque uno nunca sabe si tocará escribir algo antes de cerrar el pupitre hasta mañana. Mark Hughes todavía tiene tiempo de perseguir por el paddock al fantasma de Max Verstappen, blandiendo amenazante una zapatilla y gritando ¡Joshua! con la voz de Jorge Cadaval, y Sky Sports aún puede encontrar una forma todavía más ruín de felicitarnos las Navidades antes de irnos a dormir...

Éste será el último Gran Premio del querubín rubio y me gustaría poder despedirlo sin las urgencias impuestas por la claqueta oficial, pero me temo que no va a poder ser.

Charlábamos hace poco (por enésima vez) de lo poco que queda cuando sólo se puede hablar del GOAT y todo lo que le rodea, sea bueno o malo, y sólo se me ocurre recordar aquí y ahora, que Raikkonen fue Campeón del Mundo en 2007 porque los británicos hicieron el imbécil con su deporte. Prensa, Max Mosley, Bernie Ecclestone, Ron Dennis, Lewis Hamilton, se juramentaron en enmierdar lo suficiente la cosa como para dejar que un conductor cuya excelencia no admitía dudas, sobresaliera por méritos propios.

Ni los periodistas británicos, ni la FIA ni el FOM, llegaron a pensar que el de Spoo podía convertirse en una alternativa a sus guiones. Siendo honestos, ni Luca Cordero di Montezemolo ni Jean Todt creyeron en sus posibilidades. Dejar para el Gran Premio de Italia de aquel año la definición del 1-2 oficial al término de la temporada, fue tan sobresalientemente gilipollas como todo lo que sucedió alrededor de Woking. Suponía un sindiós apostar por mi Felipe sólo porque su mánager era Nicolas baby Todt, pero, a pesar de los pesares, tuvimos suerte incluso en eso. 

Como se pudo comprobar en 2008, nadie había dado un céntimo en 2007 por un tipo que vino a morir a Ferrari después de haberlo tenido todo para triunfar en 2005 a bordo de un McLaren. Pero la vida es poesía, y mientras lo dejaban en paz quienes podían haberlo triturado, bastó que a Kimi todo le importase un carajo, que sólo le gustara conducir y ganar si era posible, divertirse, en una palabra, para coronarse en Interlagos como el último World Champion que llevó el trofeo de Pilotos a las vitrinas de Maranello.

Nadie se ha molestado en restañar aquella herida provocada por tanta cicatería y cortedad de miras, pero Kimi-Matias Raikkonen es tan especial que después de haber sido acusado por Bernie como mal embajador de la Fórmula 1, es hoy uno de se los individuos más queridos del Circo, por su insolencia, por sus huevazos a la hora de llamar las cosas por su nombre, pero también por su lealtad a sus equipos y limpieza y velocidad en pista.

Quien piense que no extrañará a Kimi no ha entendido de qué va esto. Pero tanto da. A él no le quita el sueño irse y a mí sólo me preocupa saber qué será de nosotros cuando en marzo próximo no veamos su nombre y apellido en la composición de la parrilla de Sakhir.

Os leo.

2 comentarios:

Fabian Prieto dijo...

El fin de una era. El penúltimo de aquella generación del 2001 ( la primera que vi de F1) en irse del todo. No voy a negar que se me alcanzó a mover algo cuando vi el mensaje de Alfa para despedir al finlandés. Genio y figura...

DeLorean dijo...

Piloto de líneas rectas, de volante con levas y nada más, Guderian y Patton cada vez que llegaba a las Ardenas... Logró algo que pocos han conseguido: ganar siendo limpio y con el alma intacta. Además, como bien dices, llamó a las cosas por su nombre. A la prensa (Brundle) le dijo dónde podía buscarlo, y a la FIA, con su famosa cogorza en la gala, que eso era todo lo más que le importaba.
Ya sabes que para mí siempre será bicampeón, pues le cuento aquel lejano 2003. De no ser por la mala suerte (Nurbu y Montmeló) habría ganado con un coche del año anterior como aquel que dice. Desquició a Juancho y peleó contra dos purasangre como Alonso y Schumacher, y siempre venció porque, aunque no ganara, jamás dejó de ser él mismo.

Me acuerdo de Suzuka 2005 y su remontada salvaje con pasada a Fisico en la última vuelta (tito Ron enloquecido), como le volvería a hacer al pobre italiano en Spa 2009 (quitándole la victoria al Force India). También me acuerdo de Spa 2004, una de las mejores victorias que vio ese circuito (ganó con un coche ramplón tras salir desde muy atrás). Y Sepang 2003, y su primera victoria en su primera carrera con Ferrari (Melbourne), y Abu Dabi 2012, y Mónaco 2005 (tras pole antológica)... pero las victorias son lo de menos en un tipo como él.

Me ha acompañado justo media vida y, ahora que se marcha definitivamente, me doy cuenta de que me han robado el mes de abril y es vino de pasto lo que queda en la mesa.

:(