Sebastian out

Tengo el corazón partío, que decía aquél. Por un lado me gusta lo bien que se muestra Ferrari este campeonato, pero por otro, entiendo que la cosa está lo suficientemente cogida con pinzas como para que cualquier error resulte grave o muy grave.

Y es que a ver, si no llevase desde comienzos de año con esta misma turrada a lo mejor no me ponía esta tarde a escribir sobre ello (de nuevo). La prensa italiana vino a darnos la razón con la infrautilización de Kimi por parte de Maranello porque el riesgo de jugar con un sólo as en pista es evidente. Y si todo el mundo coincide en que Sebastian lleva La Scuderia a las espaldas porque Maranello así lo ha decidido —bien sacrificando al finlandés cuando lo ve necesario, o bien cambiando el balance del SF71H para que sea más al modo de conducir del alemán, obligando así a que el de Espoo se busque la vida—, lo que no podemos hacer es ponernos orejeras o una venda en los ojos porque las cagadas de Vettel resultan alarmantemente peligrosas.

El problema ayer no fue su intento de asalto a Bottas, ni siquiera que Sebastian no se atemperara un poco, actitud que le habría permitido ganar la carrera sin despeinarse, sea dicho de paso. El problema —recurrente, por cierto—, es que no pensaba en el Mundial, sólo lo hacía en el Gran Premio de Azerbaiyán.

Por tanto, el asunto de marras consiste en que el asalto fue tan extremo que pierde el coche, se sale, y cuando se reincorpora le pasa Kimi, y sin daños en su vehículo, como en China, Checo le acaba quitando las pegatinas. Es decir, el tetracampeón va segundo y acaba terminando cuarto, y porque Valtteri pincha, que de haber continuado el de Nastola, Vettel habría resultado quinto...

Podemos discutir de muchas cosas, incluso de si Vettel es bonito o no, pero como mencionaba Tadeo en los comentarios a la entrada anterior, lo cierto es que ayer, el de Heppenheim sacrificó un montón de puntos para su escuadra, y seguir liderando el campeonato y vivir más cómodo, en definitiva, por tomar unos riesgos que están bien para los que compran velociraptores y victorias épicas, pero para Ferrari fue una opción muy negligente.

El enemigo en Bakú no era Valtteri, era Lewis, y el caso es que el británico iba detrás cuando a Sebastian le surge la urgencia de tomar la cabeza de la carrera...

No discuto las circuntancias ni los matices, estoy discutiendo el contexto. Y repito para que no queden dudas, que Vettel estaba pensando en la prueba en vez de calibrar qué convenía más a Ferrari de cara al campeonato. 

Y el saldo es el que es por muchas vueltas que le demos: Hamilton está al frente de la clasificación de pilotos y la de Il Cavallino se mantiene en primer lugar en la de marcas ya que Bottas pincha, porque de ser que el finlandés no hubiera pisado la abundante porquería habida en el suelo de Bakú, la rossa sería ahora mismo segunda también en esta tabla.

Decía más arriba que podemos discutir lo que haga falta, pero no se puede negar que a Sebastian le pudieron esas ganas sobre las que alertaba este mismo sábado [Autocontrol]. Azerbaiyán no era el lugar donde sacar pecho. Corría entre lobos. Bastaba mantener la cabeza fría, trabajar a lo Lauda o Prost, dejarse de chorradas. Ver que incluso terminando segundo, para él y para la mítica, todo ello supondría una victoria. Pero Sebastian es como es. Decidió que lo mejor era atacar a Valtteri y se fue largo, algo que no le agradecerá ni don Sergio Marchionne. Se puso out él solito, y eso supondrá —espero equivocarme— más presión con la que lidiar de aquí al verano. Un éxito, vamos.

Os leo.