sábado, 21 de abril de 2018

Laboratorio Renault


Cada vez que me preguntáis sobre Renault escudería suelo remitirme a una frase que escribí más o menos en 2009 y de la que aún no me apeo: «no me fío de Carlos Ghosn.»

Y no, no me fío de él desde mucho antes de esa fecha, y lo cierto es que el tiempo me ha acabado dando la razón seguramente porque el hombre es menos de fiar que Marchionne, que ya es decir. En 2005, por ejemplo, fue uno de los principales responsables de que Fernando decidiera abandonar la escudería que dirigía Flavio Briatore con dirección a Woking. El alto ejecutivo brasileño no aseguraba la continuidad del proyecto deportivo ni apostó un coño euro más de lo presupuestado, ni cuando Renault ganó el Mundial de Constructores y Pilotos aquel año, ni cuando revalidó ambos en 2006.

En 2007 la de Enstone pagó con creces esta cicatería económica y esta corteza de miras porque a Ghosn le interesaba vender motores, no resolver problemas ni continuar triunfando ni alargar la estela victoriosa de Renault. Y en 2008 y 2009 hubo más de lo mismo, entre otras cosas, porque el bueno de don Carlos ya tenía entonces lo que quería: un contrato de suministro a Red Bull (la austriaca montaba motor Ferrari en 2006).

Dejé escrito en su momento que en todo el follón montado a cuenta del Crashgate, el mayor beneficiado era este personaje porque tenía excusa para desmantelar una escudería que sólo le causaba gastos mientras que el cliente principal había comenzado a enseñar los dientes. Para 2010 Renault ya es el laboratorio móvil de Red Bull mientras buscaba un comprador que logrará encontrar a finales de esa esa misma temporada. En 2011, la todavía Renault (de Gerard Lopez) ya no supone un problema para el sr. Ghosn...

¿Por qué recompra Enstone a finales de 2015...? Bueno, porque Lotus está prácticamente de saldo y porque Bernie apoya la operación concediendo un bonus especial a Renault como equipo histórico. Vamos, que montar un nuevo laboratorio móvil para Red Bull, con el que apagar los numerosos incendios habidos entre la francesa y su cliente principal, le salió por cuatro perrillas a Carlos Ghosn, y de ahí pa'lante, pero sin demasiadas aspiraciones, y por mi parte, con una confianza muy limitada porque a poco que le vaya bien a la gala en su convivencia con McLaren, doy casi por seguro que el equipo Renault irá declinando en sus pretensiones, hasta quién sabe si ser comprado de nuevo ahora que Liberty Media ha propuesto un extra asegurado de 10 millones para los fabricantes de unidades híbridas.

No me fío de este señor y es algo que me gustaría que no fuese así. Entiendo el deporte de otra manera, pero claro está, yo no pongo las pelas ni hago los números a final de año. Comprendo su actitud, pero no creo en los laboratorios móviles por muy necesarios que resulten en una etapa de nuestro de deporte tan compleja como cara.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La División del Trabajo de Adam Smith descansará en la mesilla de este señor, muy a la mano. Es que si echamos cuentas, cuánto tiempo, dinero e influencias se necesitan hoy en F1 para ganar campeonatos?

Ni el poderío económico de Ferrari ha sido capaz de llegarle a Mercedes. Sabemos que fueron asistidos por los alemanes. De no ser por eso estarían muy por detrás, y la de tres puntas sin rival.

Hay que reconocerles que han sabido jugar muy bien sus cartas. Quisieron volver a la F1 por la puerta grande, y lo consiguieron siendo más listos que nadie. Ese impulsor es una obra de arte, el auténtico caballo de Troya. Se le debe mucho a Ross Brawn por este dominio.

Siendo Renault, qué otra cosa les queda más que esperar un cambio de normativa? Ferrari, alguno habrán pactado dejarles caer antes de 2021, por eso Vettel sonríe tanto. Maclaren, rezará porque Renault puerta interés en conseguir campeonatos.