jueves, 12 de abril de 2018

El campeón no puede esperar


Supongo que a muchos de vosotros os pasa igual que a mí y percibís el tufillo de sobreactuación que rodea la actividad de Mercedes AMG durante este inicio de temporada.

Son tres unidades de potencia para toda la campaña y prácticamente dos y algo MGU-K, y va la Reina de la Fiabilidad y se muestra nerviosa porque Ferrari parece que ha llegado, porque podría ser que Red Bull diera un susto, incluso McLaren entraba hace poco en sus pronósticos [Mercedes ve a McLaren como un rival para el título]

Vale que Australia y Bahrein no hayan salido para Mercedes AMG como la mayoría pensábamos aunque prácticamente se haya calcado lo sucedido en la apertura de 2017, pero ahora sale Lewis Hamilton con los mismos agobios: «Hay cosas buenas que vendrán, pero estamos 17 puntos por detrás y no puedo permitirme perder más frente a Sebastian» [No puedo permitirme perder más frente a Vettel], y a mí se me enarca la ceja derecha y me pregunto dónde queda la superioridad aérea mostrada en Montmeló, los 0'44 centímetros de reducción de banda de rodadura que meterá Pirelli a unos neumáticos especiales que se usarán en España, Francia y Gran Bretaña; por no volver a recalar en la susodicha fiabilidad que ha aplastado a los rivales durante cuatro temporadas consecutivas.

En todo esto hay cosas que no encajan. Bien, de acuerdo, siempre hay cosas que no encajan, pero cuando existe tanto interés en sustantivar lo que no dejan de ser cuestiones menores en una competición a veintiuna pruebas de la que sólo han transcurrido dos, se abre un goloso espacio para pensar cualquier cosa, como por ejemplo, que Brackley puede estar tomándonos por el pito de un sereno con tal de no mostrar su auténtico poderío.

Ya me llegan las luces para entender que la de tres puntas podría no querer más marrones y pretendiera bajar el perfil con la intención de que Liberty Media y la FIA la dejen tranquila con tanto cambio como se promete en el horizonte. Entra dentro de lo lógico, y así lo he dejado escrito cada vez que me he referido a ello: uno mira exclusivamente por sus intereses y en este sentido, sería razonable y normal que Stuttgart y su filial en Brackley quisieran prolongar su dominio en pista cuanto les sea posible, incluso cambiando el guión para comenzar a dar muestras de que en el fondo son frágiles como las heroínas de la Disney.

Todo esto, repito, entra dentro de lo razonable en Fórmula 1. Lo que no encaja tanto es que ni Toto, ni Niki ni Lewis, a tenor de sus palabras de hoy, no se hayan tomado la molestia de echar unas horitas en una escuela de interpretación. No sé vosotros, pero yo agradecería infinito que si me van a tomar el pelo se dejasen de sobreactuaciones que no llevan a ninguna parte y fingiesen sin que se notase tanto.

Es una opinión, desde luego. Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Están muy cerca de igualar la gesta de los cuatro de aquella época, Schumacher, Brawn, Byrne, Todt... No sería lógico que quisieran perdérsela.

Lo difícil es saber cuantificar dónde finaliza el margen de seguridad, a ver si Whiting y Ferrari les van a comer la tostada.

fleichié dijo...

Para que funcione el chanchullo , es evidente que tienen que capar a Hamilton .
Es ilógico que cada vez que ferrari se lleva una pole , Hamilton acabe cuarto detrás de Bottas