Hay momentos en la vida en los que sólo cabe felicitarse por lo disfrutado y mirar adelante mascullando ¡que arréen los que vengan!
No hay Dios que defienda esta Stalingrado que han montado Liberty Media, la FIA y los equipos, y, desde luego, si alguien espera que gaste energía en analizar o aportar claves, mirándome a mí está apuntando al sitio equivocado.
Contar con una prensa y unos focos de opinión como los nuestros tampoco ayuda. Bienpagados, estómagos agradecidos, dóciles, palanganeros, cortesanos, etcétera, no van a oponer ningún tipo de resistencia. Perpetuar el statu quo a cambio de un plato de lentejas, un pase paddock o una entrevista exclusiva, sólo podía traernos aquí y aquí hemos llegado...
No esperéis refuerzos, no van a llegar.
Vivimos tiempos de mediocridad pero fuimos felices, quedaros con eso. Y a los nuevos, desearos mucha suerte, básicamente porque os va a hacer falta.
Os leo.
1 comentario:
Es que es normal, muy normal. Lo más normal.
El campeonato se tenía que dar en Japón. No sólo por Honda.
Porque no se podía esperar a que todo este barro se hiciese más fangoso.
Un devenir cada vez más evidente, cada vez menos disimulado pero tal y como vemos más dispuesto a engullirse a sí mismo.
La espiral en la que han entrado la FIA y Liberty los últimos años es digna de análisis y solo se sostiene por la pasta gansa que cuesta esto los equipos.
Pero el terreno se está volviendo cada vez más cenagoso y, por mucho que se extienda la FIA en kilométricos informes para explicar cagadas de libro, esto solo puede ir a peor.
Salir de las arenas movedizas es jodido, pero cuando las has llenado de tu propia mierda es mucho peor.
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