jueves, 27 de octubre de 2022

Agua de febrero [Jorge Majdalani]

Una de las cosas más gratificantes que tiene escribir en Nürbu consiste en la cantidad de gente que conoces con la que sintonizas inmediatamente porque compartes mucho más que la Fórmula 1: forma de ver la realidad, cine, música, deporte, literatura leída y escrita...

Agua de febrero (2020) es la obra de una de estas personas sin las que todo esto tendría una décima parte de sentido. 

Jorge Majdalani, su autor, es periodista y hemos coincidido como redactores de contenido en algunos espacios, pero sobre todo es una grandísima persona que reivindica en su trabajo su enorme sensibilidad ante el mundo que le rodea, porque más allá de los curriculums y los perfiles que pueden asimilar fácilmente los de recursos humanos o los aficionados que pretenden saber quién les habla sin gastar demasiado tiempo, hay individuos de carne y hueso, repletos de dudas irresolubles o fortalecidos en sus certezas, cuya boca se llena de interrogantes que carecen de respuesta, o no; que aman, lloran, se duelen o acarician sueños.

¿Por qué traigo Agua de febrero a este hilo sobre Fórmula 1?, seguramente por tocar las pelotas, pero, fundamentalmente, por reivindicar que detrás de las crónicas y artículos sobre nuestro espectáculo deportivo hay almas que no ejercen las 24 horas del día de cronistas, analistas o articulistas, simplemente porque tienen una vida que atender, exprimir y vivir.

Majdalani se desnuda a lo largo de las treinta y ocho viñetas que componen el volumen para mostrarnos al joven que alimenta al profesional, él, en un ejercicio que para muchos puede carecer de sentido pero resulta imprescindible si pretendemos entender por qué la profesión se empobrece por momentos y por qué individuos como Jorge aportan un brillo especial a lo que hacen, por qué se fijan en aspectos irrelevantes para tantos, por qué la F1 en sus manos goza de un sabor especial.

Como de costumbre, no voy a destripar la obra, aunque esta vez lo hago también por no romper la magia que hay encerrada en cada una de las composiciones, a las que el lector accede abriendo la puerta de una habitación que se intuye de la misma casa aunque huela distinto a las otras.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si señor! Una gran persona Jorge Magdalani👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻