martes, 25 de octubre de 2022

The Great Bluff Of All Times

Entre los músicos de jazz se convenía a mediados de los sesenta del siglo pasado, en que cuando los profesionales se reunían hablaban de dinero mientras que los aficionados charlaban sobre música. Era una bonita forma de diferenciar el mundo adulto del adolescente que rodeaba las bandas de entonces, que, lamentablemente, encuentra plena aplicación en nuestro entorno inmediato, la máxima expresión del automovilismo deportivo, ese mundillo tan infantil tantas veces que resulta imposible encajar un pensamiento crítico o una invitación a la reflexión, o a la revisión de determinado planteamiento, porque chocarán inevitablemente con las murallas del apasionamiento y los candados de la envidia y el odio.

Van dos veces consecutivas que el GOAT muerde el polvo ante Max Verstappen. En 2021 en batalla cerrada, en 2022, por desgracia para el británico, provisionalmente desde la sexta posición de la tabla general de Pilotos...

Cabría hacerse preguntas. Una visión madura del deporte las manifestaría y, desde luego, no temería el resultado porque la vida no es perfecta, porque siempre hay espacio para los milagros y porque, mira, ya que nadie nos va a devolver lo perdido al menos que quede claro por qué lo perdimos o cómo nos lo arrebataron, a saber.

Me planteo algunas interrogantes, no creáis: ¿dónde ha quedado el fair play y el respeto que se debe al rival cuando gana y no se apellida Hamilton?, ¿cómo es posible que queriendo vencer sólo en la pista llevemos dos años a cuestas en que hay más movimiento en pasillos y despachos que en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo?, ¿dónde dejamos rrinconada la cacareada deportividad?, ¿la política en Fórmula 1 era buena o mala, o el asunto es opinable? ¿El heptacampeón es supremo únicamente cuando tiene todo de cara?

El papelón de la prensa anglosajona en todo esto se antoja paradigmático. Max triunfó la temporada pasada sin merecerlo, y ésta también, ¡qué casualidad! Y es curioso porque en 2007 todo estaba claro, y de 2014 a 2020 con más razón, haciendo, claro está, algo de funambulismo con aquel 2016 que todavía duele porque no cayó del lado de Lewis.

Muchas veces me digo antes de conciliar el sueño que no es posible que sigamos creyendo en los Reyes Magos o Papá Noel salvo que seamos tratados como párvulos porque lo somos y no merecemos otra cosa, incluso esos que visten canas y alaban en público las cuatro chorradas que es capaz de hacer The Greatest Of All Times cuando ni lucha por el campeonato ni muestra ganas de pelear de verdad con esas manos virtuosas que le ha dado el Altísimo.

Obviamente sin coche nadie es alguien en la parrilla, aunque anda por ahí George Russell para apuntalar que, sin todo el Imperio de parte, Hamilton es un bluff que no querría la Resistencia en sus filas por incapacidad de proporcionarle lo que precisa, ya que siempre juega a la contra, al menos en la saga Star Wars. Dicen que el bendecido recuerda a Senna, pero ni siquiera el paulista fue tan ventajista y jeta, ni desaprovechó jamás la oportunidad de enderezarle los renglones a Dios incluso conduciendo auténticos hierros.

¿Odio, envidia. 2007? Vale, ahora intentad formular algo más maduro...

Os leo.

3 comentarios:

Antonio L. dijo...

Quizás no hay nada peor para un ganador de un mundial de F1 que ganar con el codo fuera una y otra vez, ya que se pierde la perspectiva de que cuesta conseguir un podio, una victoria y no digamos un campeonato.

Muchas veces me pregunto que habría sido de Fernando si hubiese ganado con tanta superioridad mecánica a sus rivales una y otra vez. ¿Se habría retirado hace ya mucho tiempo atrás? ¿Habría dejado de competir por falta de motivación?...........

El GOAT "bluff" debería dar un paso atrás si ya no se siente con ganas de luchar contra la adversidad y tomarse unas vacaciones.

Solo espero que la próxima temporada gane el mundial otro piloto diferente a Verstappen, para que el muchacho renueve las ganas de ganar y tengamos unas futuras temporadas apasionantes de lucha e incertidumbre hasta el final.

"¿Odio, envidia, 2007?". El 2007 supuso la motivación suprema para que un bicampeón se haya convertido en un GOAT para la afición, la envidia de su compi de box por este motivo y el odio eterno de la la prensa mamporrera por no tener argumentos para rebatirlo.

Volviendo al GOAT "bluff", si mañana lo deja, no creo que le echemos en falta.......

Un saludo de un alonsista.

Maestrooo dijo...

- Hamilton es el mejor porque tiene 7 titulos mundiales.
- El mejor no puede ser, Verstappen le ha ganado dos años seguidos.
- Porque el coche de Verstappen era mejor.
- Entonces Hamilton tambien ganaba por el coche.
- No porque él es el mejor.
- Porqué ?
- Por que tiene porque tiene 7 titulos mundiales.

Y así.....

Edgardo Berg dijo...

La politica y la economía le dieron un cachetazo al automovilismo. El gran problema que hay, y que lo he comentado, es que Tío Bernie hizo la Formula 1 actual, y después llegaron todos. Estaban todos y llegó Liberty. La FIA es inoperante, necesita digitar todo para que todos los que invierten estén contentos, entonces inventa cosas. Charlie Whitting a veces debía hacer algo similar, pero con la espalda de Tio Bernie, cualquiera es un estadista. Y al hablar de Tio Bernie y de Charlie, hablamos de Inglaterra. Protegen sus derechos y su mina de oro. Los equipos estan en las Islas. O sea la prensa mas cercana esta en las Islas. El deporte hace ya mucho tiempo que quedó de lado (excepto cuando algo 'raro' pasa). Esto que vemos no es, ni mas ni menos, el resultado de la más pura logica. Un abrazo.