Imagino que podemos coincidir en que astronauta es una profesión extremadamente exigente tanto física como mentalmente, que entrenar pilotos de combate para la USAF tiene que ser duro de cojones, o que saltar desde la estratosfera no es un ejercicio al alcance de cualquiera...
La edad, sí, la edad, seguimos a vueltas con la coño edad, y no sé cómo escribir esto sin herir algunas sensibilidades, pero produce muchísima vergüenza ajena ver los avatares en Twitter de quienes llaman viejo a Fernando por calzar 41 años. Lo de la chavalería lo comprendo, a fin y a cuentas es cuestión de tiempo que lo entiendan, pero lo de los otros no hay por dónde cogerlo. ¿41 primaveras? ¡Se las cambiaba por las mías!
Os leo.
3 comentarios:
Yo quiero conducir un monoplaza como Alonso a los 65. Todo explicado. Hay cada ejemplar que en vez de hacerlo comer aparte prefiero dejarlo en ayuno constructivo
Viejo es el viento, pero aún sopla. Recuerdo haber visto a Roberto Mano de Piedra Duran, con 40 años o más entrenando como un chico.
Que se cuiden de los sexagenarios, que venimos recargados.
Saludos desde el Coño Sur
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