martes, 18 de octubre de 2022

Audacia senil

Yo venga hablar aquí de mi edad por si alguien se daba por aludido, y retorno a uno de mis territorios de caza preferidos y me encuentro con que allí sigo pareciendo el mismo chiquillo que dio la espalda a aquel lío entre jubilados apasionados y comprometidos y eternos aspirantes a ocupar butaca en el Consejo de Ancianos.

La Fórmula 1 impartida tiene poco mordiente y menos recorrido fuera de los ámbitos académicos; a mi modo de ver, la compartida goza de mil veces más alicientes y es mucho más productiva pues también proporciona conocimiento, criterio, algunos amigos, bastantes, yo qué sé, pero, además, aporta la saludable sensación de recorrer un camino donde está permitido descubrir, errar, caer, levantarse, etcétera. 

Más allá del evidente juego de palabras, todo lo que se salga de aquí es una puñetera cuestión de egos.

Obviamente hay quien está encantado de impartir cátedra y quien lo está de recibirla —allá cada cuál lo que hace con su vida—, pero nuestro deporte no es el lugar adecuado para este tipo de diagramas porque cada Reglamento configura una formulación diferente de la actividad y, bueno, a la hora de comparar formatos uno nunca sabe muy bien qué coño se compara y mucho menos para qué, siendo curioso que incluso hoy, cuando el conductor dicen que cuenta menos que la máquina, los maestros insisten en hablar de pilotos quizá porque es de lo único que saben hablar...

Recuerdo que Lauda, nuestro Niki, alardeaba a comienzos de siglo ante sus hombres, cuando fue jefe de Jaguar, de que los coches modernos (de entonces) los podía conducir un chimpancé. El caso es que se subió a uno de los monoplazas y lo único que consiguió fue extender aún más su legendaria imagen de bocazas [dentro vídeo]. Tom Jones, en cambio, continúa siendo leyenda a sus más de ochenta años porque disfruta como un crío en The Voice UK.

No es la voz del galés, ni su edad ni sus canas, es su actitud...

También forma parte del eterno debate entre poder y autoridad, pero como de esto mismo ya hemos hablado otras veces, permitidme que recalque una vez más que la mona, aunque se disfrace en redes sociales de sabia con su toga, esclavina, birrete y borla, mona suele quedarse.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con F1 "impartida" ¿te refieres a la F1 Woke que enmarca una parte de la realidad, le pone un buen foco y deja en la sombra a esa otra forma de "verdad" que se basa en la libertad de expresión y pensamiento, siempre con respeto, pero con el objetivo de comprender mejor los acontecimientos para, desde la crítica constructiva, conseguir mejoras colectivas?
GRING