jueves, 6 de octubre de 2022

Aló Binotto

Conozco un amigo...

Sí, qué pasa, yo también tengo una amigo como tanta gente tiene amigos, que hasta Lewis tenía un Lewis imaginario con el que competía cuando iba con la herramienta fuera del habitáculo y se aburría, ya que lo suyo ha sido siempre pelear desde atrás pero no siempre le han dejado las circunstancias, lo que le ha acarreado mucho sufrimiento mental y físico y toneladas de incomprensión. ¿Cabe mayor amistad que la del Hamilton virtual? Ahí, leal siempre, haciendo de liebre para el heptacampeón del mundo y pasando totalmente desapercibido.

Estamos en que conozco un amigo porque tengo perfecto derecho a conocerlo, que habiéndome escuchado junto a Estefanía y Edgardo [Cars a la Carta], va y me dice: eres un pardillo, Tellaetxe, ¿y si a quién están ayudando es a Red Bull?

A ver, yo andaba convencido de que La Scuderia podía estar echando una manita a Mercedes AMG y así lo dije en el programa, pero la idea de mi amigo era infinitamente mejor, más densa y sabrosa, y, además, explicaba con argumentos más sólidos lo que había venido sucediendo en la primera parte de la temporada. El F1-75 había salido gran coche, Charles y Carlos forman la pareja más sólida de la parrilla y al primero no hay Dios que lo pare en clasificación; ¿qué le quedaba a Binotto para blanquear el arranque de campaña ramplón de Milton Keynes? ¡Exacto!, asesinar en pista a Leclerc no una ni dos veces, sino más, muchas más mientras Sáinz cogía temperatura. 

Una vez el madrileño estuvo en línea con su compañero, el crimen comenzó a ser doble y organizado pero sin salpicar sangre porque en esta vida más vale parecer boba que culpable...

Anduve rápido. Tras el desastre de Spa-Francorchamps inicié a babor una tijera para ponerme a cola de todos esos que dicen que no leen Nürbu pero luego me zumban como si lo leyesen a diario, aunque como buen heredero del linaje de Archibald Tuttle dejé un naipe como firma: «... quién sabe si para ofrecerlos en sacrificio [los pilotos] a un sanguinario demonio ancestral y asegurar así años y años venideros de fortuna para la rossa» [Pazuzu en Maranello].

...

La Fórmula 1 está recogiendo lo invertido. Ferrari ni se vende ni resulta previsible que lo haga, sin embargo, los equipos que no están italianizados sí, y lo cierto es que hay buenos candidatos a ser sus nuevos propietarios. Lo de Porsche y Milton Keynes no ha cuajado como se preveía, se dice que por desavenencias en cuanto al montante, normal cuando Red Bull subía como la espuma en las apuestas para 2022 gracias a su amiga italiana —intuyo que ambos se casan como Musk y Twitter, pero habrá que esperar acontecimientos.

¿Devolverá Pazuzu lo que ha pagado la rossa por adelantado? Quiero pensar que sí.

Mi amigo y yo os leemos.

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