sábado, 16 de julio de 2022

El enemigo [Red Bull]

Mencionábamos a comienzos de marzo que el cacharro de Milton Keynes tenía todas las papeletas para convertirse en «tendencia» [#Unboxing (Red Bull)], y conviene recordar que lo hicimos cuando se afirmaba sin atisbo de sonrojo que las unidades de potencia Mercedes-Benz iban llevar la voz cantante esta temporada, o que el efecto suelo 2022 resultaba soft comparado con el mítico de finales de los setenta y comienzos de los ochenta del siglo pasado que «aplastaba» los wing-car contra el asfalto...

Sea como fuere, la factoría Newey volvía a dibujar las coordenadas sobre las que trabaja el grueso de la parrilla a pesar de la lección de diseño (sic) que proponía el W13 con sus cambios radicales. Y lo comento porque la nueva normativa para fondos planos, que se aplicará a partir del próximo Gran Premio de Bélgica, puede hacer daño a este esquema y lastimar la excelencia del RB18, un monoplaza que ha vuelto a hacerse fuerte en el paso por curva gracias a la downforce que produce su suelo.

Ahora bien, y por aquello de que nunca conviene adelantar acontecimientos —esta serie de textos tampoco va de eso—, centrándonos en lo conseguido por Red Bull hasta el momento de escribir estas líneas, no viene mal recalcar la cantidad de puntos que ha regalado Ferrari a la austriaca en las once carreras disputadas y que la distancia entre Milton Keynes y Maranello no es excesiva para lo que podría haber sido (359 contra 303 de la italiana), ya que, en mi opinión, ésta es la lectura correcta del cuadro.

Obviamente todo dependerá de la reacción ante el nuevo marco regulativo que entrará en vigor a la vuelta de vacaciones, pero, en principio, la de Horner sigue siendo, y de manera indiscutible, una de las dos principales candidatas a llevarse los títulos de Constructores y Pilotos.

Os leo.

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