lunes, 4 de julio de 2022

Bella creatura

Por azares del destino realizaré en solitario mi particular viaje hasta el título de Charles Leclerc en Abu Dhabi, también por esas prisas que le entra al personal cuando no llevamos ni media temporada a cuestas, total, porque lo urgente se impone a lo importante y la fe se desmorona por un quítame allá esas pajas: Carlos se acerca, n'est pas possible!

Malacostumbrados a las victorias por goleada de Michael Schumacher, Sebastian Vettel y Lewis Hamilton, se nos ha olvidado el valor de lo pequeño, del imponerse tan solo por un punto —no un miserable punto como el conseguido por el astro británico en 2008, que tenía más de miserable que de cantidad pues cobijaba todos los pecados que aquejan a nuestro mal llamado deporte—, y un punto, a secas, bastará en Yas Marina. Eso sí, quien no pueda soportar el viaje... pues eso.

No, el piloto monegasco no precisa ser tratado como una vedette en Maranello, ni Ferrari como ese equipo que dibujan los anglosajones y, en líneas generales, consume todo dios. 
 
Mattia Binotto ha apostado por disponer de una pareja fortísima a diferencia del esquema usado por Milton Keynes y Brackley, donde los números 1 y 2 están claramente definidos, y Charles saldrá reforzado de esa lucha con Carlos, no me cabe duda, de igual manera que al madrileño le fortalecerá el codo a codo con Leclerc por el mejor trozo de pastel.
 
La Scuderia tiene otros asuntos pendientes que resolver, y más apremiantes si pretende calzarse el Mundial de Constructores, que contentar a los abundantes exquisitos que saben lo que hay que hacer y cómo gestionar 2022. No estuvieron en 2020 ni en 2021, cuando Binotto construía el juguete haciendo trampas y pasando por tonto (sic), pero hoy, cuando la rossa ha recobrado el sendero y pisa firme con sus más y sus menos, han vuelto con sus sentencias y augurios nefandos, y supongo que habrá que tolerarlos.

En fin, os leo.

1 comentario:

Cao Wen Toh dijo...

Las estrategias de Ferrari (el español Iñaki Rueda es su responsable, aunque no creo que sea el único) vienen siendo un desastre; por decirlo con elegancia, que la piel por la zona comentarios anda bastante fina.
Menos mal que en Silverston se dispararon en un sólo pie y sus rivales se hundieron, uno arrastrando toda la carrera el mordisco del tiburón y el otro hundiéndose hasta la última posición, mientras que Mercedes se ametralló todos los "fingers" de que disponía poniéndole a Hamilton duros. ¡Duros a falta de quince vueltas, WTF! Elogio aparte para la actitud caballerosa de Russell cuando el coche médico se quedó mirando a uno que pasaba por allí; acción que la habría valido para Piloto del Día si no llega a emerger Checo del camarote del Titanic para auparse a la segunda posición.
En fin, que me lío como el Josete: De aquí en adelante en Ferrari tienen que sacarse, de donde sea, estrategias perfectas si quieren alguno de los entorchados. ¡Stop inventing!