Faltando todavía veintitrés ocasiones para que Lewis demuestre qué ha venido a hacer realmente en Ferrari, me parece apresurado e impertinente valorar su pobre actuación durante el Gran Premio de Australia, básicamente porque una buena cuota de responsabilidad la ha tenido el muro rosso liderado por el bueno de Vasseur.
No me parece que así se puedan ganar campeonatos, pero, como vengo diciendo, prefiero esperar dos o tres carreras más antes de comenzar a dar mi genuina versión de los hechos, aunque, os puedo ir adelantando, me ha rascado el nivel extra de protección que se ha brindado al piloto inglés en detrimento de su compañero monegasco, lo que, a la postre, ha empañado aún más el triste desempeño de La Scuderia en Albert Park.
Os leo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario