sábado, 15 de marzo de 2025

Hannah y los xenomorfos


Con la que hay prevista para el Gran Premio de Australia en cuanto a los pronósticos meteorológicos, Hannah McMillan (Schmitz), Estratega Jefe en Red Bull (Principal Strategy Engineer) y ángel de la guarda de Verstappen, principalmente, tiene ante sí un arduo trabajo bajo una presión descomunal, y me apetecía recordarla porque mañana podría ser tarde, para mí, claro.

Los que la conocen mencionan que es inteligente, metódica, escrupulosa, fría y certera en sus estimaciones, amén de intuitiva y adaptable a todo tipo de terreno y condición, lo que nos pone, si me permitís el estereotipo, en que Hannah es la Teniente Ripley de la austriaca y a estas horas estará buscando la manera de alcanzar el bienestar en carrera para Max y Liam, como cuando la brava Ellen decidió que no volvía a casa sin la pequeña Newt en Aliens.

Ross Brawn, Adrian Newey y otros muchos, hablan recurrentemente de la confianza como columna vertebral del equipo de competición. Confianza en la labor de la fábrica y los proveedores, confianza en los ingenieros y mecánicos, en los cuadros responsables y definitorios, y, por supuesto, confianza en los pilotos. 

Y bien, si la de las bebidas energéticas minimiza daños o consigue un premio mayor en Albert Park, a buen seguro una importante cuota de responsabilidad recaerá sobre las espaldas de la mente privilegiada a la que estoy dedicando estas líneas, en quien confía desde Horner hasta el que pasa el mocho en Milton Keynes, y por la cuenta que les trae, añado, porque es jodidamente buena.

Os leo.

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