¿Primera vez?

Ando revisitando a Ligasórdida [Historia(s) de la Fórmula 1 (José Ramón Lorenzo)], sin su permiso, además. 

El ambiente se ha puesto demasiado espeso y, por lo que sea, necesitaba echar la vista atrás, pisar sagrado de nuevo, cuando dominábamos el medio campo y buscábamos marcar gol zingando como guepardos, a veces esperando con brazos cruzados a que nos lo marcaran, tan sólo por ver cómo nuestro humor hería letalmente el corazón del rival y nuestra risa hacía reverdecer el césped.

Hay tres axiomas que todo aficionado debe tener presentes: en Fórmula 1, ser serio, incluso pretender parecerlo, no lleva a otra cosa que a sufrir de úlcera gastrointestinal, estreñimiento o hemorroides; siempre que llueve escampa, menos en Maranello; y el ferrarismo es una escuela de sufrimiento, seguramente la mejor del mundo junto al Athletic Club de Bilbao. Quien no los asimila no entiende una papa de nuestro deporte y mejor haría en dedicarse a otros joviales quehaceres con los que matar el rato.

En la película La balada de Buster Scruggs, de los hermanos Cohen, en la segunda viñeta, Near Algodones, un James Franco que sigue siendo un sosangas guapo incluso en manos de Ethan y Joel, pregunta a su sollozante compañero de cadalso si es la primera vez que le ajustan un dogal al cuello y lo ahorcan. ¿Primera vez?, eso mismo deberíamos preguntarles a Frédéric Vasseur y a todos los que siguen dando la turrada en redes con que La Scuderia debe reaccionar pues así no va a ninguna parte...

En general se conoce poco a Ferrari, de oídas, básicamente, y siempre en versión traducida por los ingleses, pero en cuestión de saber encontrar el drama incluso debajo de las piedras, no existe en la parrilla nada igual a la italiana.

Ha sido un mal día en Shanghai para la rossa, para qué vamos a evitarlo. Que te descalifiquen los dos coches no encaja ni en las peores pesadillas, pero hay que aceptarlo: Leclerc y Hamilton han hecho hoy un cero cada uno en el ChinRing. Fred también ha firmado otro cero. ¿Primera vez? Habrá más ocasiones, sin lugar a dudas, pero dejad de poneros graves porque así parecéis británicos y no hay seriedad que lo aguante.

Os leo.