Por la razón que sea siempre se nos olvida incorporar a las ecuaciones el concepto retorno, de la inversión, claro...
Cuando Leclerc enseñó los dientes a Vettel el alemán ya estaba amortizado. Desde 2015 en la rossa, el de Heppenheim no había logrado convencer salvo a sus entregaditos, y llegaba un chaval de la casa que había costado cuatro duros de los de antes, y metía en problemas al tetracampeón que había salido por medio riñón, de los de antes también, y a Arrivabene se le encendió un led en la mampara de gestor que tienen en la mesilla de noche todos los racers modernos, y, en consecuencia, en septiembre de la temporada siguiente Sebastian terminaba con su particular calvario cuando Racing Point anunciaba su fichaje con vistas al estreno de Aston Martin en F1 (2021).