Tampoco es que tuviera excesivas ganas de escribir sobre la 93ª edición de las 24 Horas de Le Mans, demasiado comprometida para mi gusto por la concepción que han vuelto a mostrar las autoridades deportivas en la aplicación del bendito Balance of Performance (BoP), pero ha vencido Ferrari, aunque en versión equipo cliente, AF Corse, y con un viejo amigo de esta casa haciendo tripulación con Ye Yifei y Philip Hanson.
Robert Kubica es tierra sagrada para muchos de nosotros, y me apetecía recordar de nuevo el amplio abanico de veces en que los medios especialistas y listillos de todo pelo y condición, enseñaron la puerta al polaco porque un tullido no podía destacar en algo tan exigente como el Motorsport. Y bien, el de Cracovia les ha cerrado la boca en La Sarthe con la contundencia de una incontestable victoria en una de las pruebas más duras que existen. Le Mans también elige a sus héroes, o ¿cómo era eso?
Os leo.
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