martes, 15 de julio de 2025

Eat my shorts!


Parece que fue ayer cuando dejábamos el Gran Premio de Gran Bretaña listo para pasar la ITV. Han transcurrido tan sólo diez días, un pequeño abismo, un decir...

Vamos a ver, tampoco es que se amontonen las noticias, y esto supone que no hay mucho que rascar o que la poca imaginación que nos quedaba ha decidido tomarse unas vacaciones con tal de recuperar el resuello. ¿Cansancio? Intuyo que hay algo de eso. El ritmo impuesto por Liberty al calendario no es para todos los estómagos ni, mucho menos, para musculaturas sin entrenamiento, lo que nos lleva a que carrerones como el que disfrutamos en Silverstone, un ejemplo, se agotase en apenas unas pocas jornadas para dejar paso a las quimeras estivales, que, sea dicho de paso, son las mismas que nos amenizaron el invierno y la primavera aunque ahora vistan con pantalones cortos, chancletas y gorra.

¿En serio tiene tanto valor informativo hacer quinielas con el futuro de Checo o cantar que Hamilton está ahí, a puntito de demostrarnos por qué lo compró Ferrari, siempre y cuando pueda arrebatar a Leclerc el quinto puesto en la de Pilotos?

Se habla poco de Norris porque, en el fondo, tampoco es que haya mucho de qué hablar —ésta es la parte comprensible—, menos si, a la postre, hay que acabar mencionando a Piastri y su mayor consistencia mostrada esta temporada. El resto supone un espeso puré de garbanzos con lo de Horner ejerciendo de tropiezo sólido... 

También hablaremos del británico y su afición a enviar fotos indiscretas a quien no debe, descuidad, pero hoy lo que me apetece es echar el ratito reseñando la hombrada de Hulkenberg en tierras inglesas, porque hubo intervención del factor suerte, como nos recordaba Miguel, pero fue Nico quien primero supo verlo, capitaneando después a Sauber hasta permitir que la suiza pisara el tercer cajón del podio, con él como absoluto protagonista que pudo robar el foco a los de McLaren, quién sabe si llegando a pronunciar la frase de Bart Simpson: Eat my shorts!, lo que llevó a Lando y Oscar a mirarle como si nadie lo hubiese invitado.

Un fenómeno el alemán. Os leo.

1 comentario:

Miguel dijo...

Gracias por la mención, Josete.

Un apunte más: en Aston Martin se están gastando millonadas en instalaciones, ingenieros, en un pilotazo... pero se ahorran el chocolate del loro en estrategas de carrera y me vienen cinco a la cabeza que no serán tan caros.