sábado, 21 de junio de 2025

Music for a Found Harmonium


Si os soy sincero, lo único que lamento de que Fernando no haya ganado más títulos F1, es tenérmelas que ver cada cierto tiempo, con algún pringao que va de listillo hablando del bicampeón y se ampara en el alonsismo para justificar la pobreza de sus argumentos.

Si vivieran Fangio o Enzo Ferrari apostarían por el asturiano como hizo Bernie metiéndolo en su equipo ideal de todos los tiempos junto a Jochen Rindt, sobre el BT49, claro, o lo sustantivarían como hicieron en su día Jackie Stewart y Emerson Fittipaldi, o lo equipararían a Gilles Villeneuve, como hizo Nigel Roebuck, o se comerían su soberbia para volver a contar con él, caso de Ron Dennis en 2015.

Adrian Newey está encantado de trabajar en Aston Martin con el nieto de María Luisa, porque no hace caso a tanto enteradillo como abunda, pero, principalmente, porque sabe de qué va la Fórmula 1 y lo mal que se consumen estrellas one shot como Vettel o de qué pie cojea el que venía a resucitar a Ferrari. Muchos novatos, algunos retirados, el propio Verstappen, admiran y respetan a Alonso, y fijo que lo hacen por ir contracorriente, o por joder a los seguidores de Hamilton o a cualquier mononeuronal con columna de opinión en una de nuestras biblias foráneas o extranjeras, un decir.

Cuando escuchaba o leía la palabra alonsismo se me iba la mano al mango del hacha de doble filo, pero hoy se me va al bolsillo, de donde saco lo que se debe para terminar cuanto antes la conversación, pues soy consciente de que estoy ante alguien que ha preferido perderse uno de los mayores fenómenos del actual motorsport, con tal de fingir que entiende algo midiéndose con idiotas como él. Un cuñao de libro, vamos.

Os leo.

No hay comentarios: