Comienza lo bueno

Quedan 17 pruebas por delante —lo que vino a ser el campeonato 2020 en su conjunto—, cifra nada desdeñable si consideramos que, además del año de la pandemia, ha definido suficientes calendarios a lo largo de nuestra historia reciente como para considerarla «normal», hasta que poco a poco se fue ampliando por exigencias del negocio, no de la competición.

Liberty Media, por boca de Stefano Domenicali, se muestra positiva con la posibilidad de concretar 23 carreras en 2021, a pesar de que para el 3 de octubre próximo hay abierta ahora mismo una gran interrogante sobre el puesto que ocupaba el Gran Premio de Brasil. El horizonte de la norteamericana son 25 citas anuales, pero esta campaña no tocaba por razones obvias, aunque llegaremos, eso es indudable. 

Más que la gasolina, el dinero mueve nuestra actividad y al dólar/euro nos encomendamos siempre, de manera que conviene aceptar que el parné es nuestro particular Flautista de Hamelín y que tras él vamos donde haga falta, incluso a situaciones en las que se ahorra en lo imprescindible (entrenamientos) y se gasta ampliando número de certámenes, básicamente para permitir que tengan hueco lugares incalificables a los que la Fórmula 1 limpia las enaguas por un módico precio. Hay quien tiene claro que esto siempre ha sido así, pero os confieso que no uso sus mismas gafas.

En fin, a lo que vamos. Podemos decir que la pretemporada ha terminado y que empieza lo bueno en el Paul Ricard, aunque el circuito de marras pueda provocar dolor de cabeza. Se nos vienen tres pruebas seguidas en tres fines de semana consecutivos, Francia, Styria y Austria, luego habrá un descanso de quince días y, en Silverstone, veremos qué tal va lo de la minicarrera previa a la carrera...

Ya habrá tiempo de valorar si nos indigestamos, pero de momento toca felicitarnos, ¿o no?

Os leo.