Poco a poco se va perfilando lo que será la Fórmula 1 de 2019 y, cumpliendo los pronósticos, con la aparición de Islero Investments y la paulatina pérdida de peso de Longbow Finance en Alfa Romeo Sauber [Ericsson a la baja], el piloto de Kumla pasa a ocupar otras funciones tanto en la de Hinwil como en la entente trabada entre la suiza y su mega sponsor italiano.
Como conductor, el sueco se ocupará de desempeñar durante la temporada que viene el difuso trabajo de tercer piloto, y como imagen pública, el papel de embajador de la marca. Y hasta aquí, ya...
Y digo ya porque empiezo a estar un poco hasta las castañitas del decorado paternalista que rodea las últimas inversiones en F1, mediante el cual, los inversores se convierten en poco menos que hermanitas de la caridad que llegan a los equipos para salvar puestos de trabajo y el pan de cientos de familias. En el caso de Stroll y sus amigos con Force India, y en concreto en el de Sauber con la multinacional Tetra Laval (Longbow Finance no es sino uno de su fondos de inversiones), lo que ha habido son una serie de intereses coincidentes, y lo que queda a la salida del fondo son dividendos tras la venta de su participación a Islero Investments.
La salida de Banco do Brasil de Sauber dejó a ésta en bragas, y con la de Longbow no ha pasado lo mismo porque en su día aparecieron Sergio Marchionne y sus euros y aseguraron la operación de conversión a Alfa Romeo Sauber.
Desgraciadamente nunca sabremos si se conocía este horizonte cuando las desavenencias entre Monisha Kaltenborn y el principal accionista llevaron a la primera a salir por la puerta de atrás, pero por fechas, este escenario resulta más que factible, lo que nos pone en que tal vez Longbow se desembarazó de la india para allanar el camino a la entrada del grupo FCA a través de su marca Alfa Romeo...
No me apetece demasiado maquinar con este asunto, la verdad, pero hay en todo ello suficientes flecos como para montar varias madejas en las que Ericsson siempre interpreta un papel menos importante del que se le está dando en la actualidad: Longbow Finance ve una oportunidad de sacar pasta de la delicada situacion de Sauber en 2017, invierte lo necesario y retira su dinero y los beneficios correspondientes en el mejor momento. Siento en el alma percibir puro y duro capitalismo donde otros ven toneladas de altruismo, pero ya que nos ponemos, voy a aventurarme a decir que a Marcus lo están despidiendo con una palmadita en la espalda y con grado de embajador, como sucedió con Jenson Button en McLaren.
Sauber sólo tiene de Sauber el nombre, con Alfa Romeo como patrocinador principal e Islero Investments al frente, es en realidad una franquicia, y como tal, actuará en consonancia con los intereses de FCA en Fórmula 1, es decir, bajo el paraguas de Ferrari. ¿Más equipo B que nunca? Pues a lo mejor es tan sencillo como eso.
Os leo.
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