jueves, 20 de septiembre de 2018

Sin nadie que te tosa


Con la tontería ésta de «Ferrari casi, casi», Mercedes AMG se nos está plantando en la quinta temporada consecutiva en que no le tose nadie, aunque lejos de sorprender a nadie, la película es tan buena y contiene tanto drama que está pasando por una de las mejores de los últimos tiempos, seguramente, como diría el periodista Manuel Alcántara: porque el resto han sido peores.

En fin, no nos vamos a enredar tan pronto. Os debo la entrega correspondiente a las valoraciones que ha hecho Liberty Media sobre el segundo cuatrimestre del negocio en 2018. Del primero ya hablamos en su momento [El dramón], y sobre éste os voy adelantando que Greg Maffei vuelve a mencionar la palabra drama aunque el grueso de la conferencia la lleva Chase Carey, quien carga con bastante contundencia en lo caros que resultan los equipos, se entiende que en relación a su implicación en el espectáculo.

De todas formas, como dentro de poco dispondremos del tercero, seguramente los abordaré juntos en la misma entrada porque se volverá a hablar de drama, aunque esta vez con mayor sustancia que la primera ocasión que la mencionó el bueno de Maffey. Las carreras de Bélgica, Italia y Singapur encajan perfectamente en lo que todos entendemos por dramatismo. Vettel da un puñetazo sobre la mesa en Spa-Francorchamps y parece que recupera el timón del Mundial, pero llega Monza y todo se desbarata, y en Marina Bay se escoña un poco más para la rossa...

La sensación de que había guión para tanto drama la hemos ido barajando a lo largo del calendario. Incluso nos hemos permitido el lujo de destacar que precisamente el momento de menor drama sobre la pista coincide con lo más duro de la negociación sobre las normas de motores para 2021 entre Liberty y los equipos, y que una vez se sabe que no vienen a salvarnos ni Porsche ni Cosworth ni Aston Martin, el bendito drama resurge con fuerza durante el Gran Premio de Austria.

Repito por si no queda suficientemente claro, que entiendo que todo puede deberse a una enorme casualidad. En todo caso, que es a lo que vamos, también ha resultado extraño que la Brackley de la temporada fuese tan distinta de la que vimos en Montmeló a finales de febrero y primeros de marzo pasados, y la cantidad de escollos que ha encontrado en la puesta a punto del W09, y, por supuesto, el incomprensible retraso en estrenar la unidad de potencia pata negra de 2018. 

Sea como fuere, incluso si se debe a otra fortuita casualidad, Mercedes AMG está de vuelta en el momento en que más hype se necesitaba por centímetro cuadrado: durante el metraje final de la película. Aunque, como decía al principio, vayamos para cinco años sin que nadie lo modifique.

Os leo.

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