miércoles, 17 de diciembre de 2014

Cultura Vettel


Sami me recriminaría esta entrada. Vettel, Vettel, Vettel... La actualidad parece dar vueltas alrededor del desembarco del tetracampeón del mundo en Maranello y para un tipo como yo, a quien se le ha puesto a parir como tifoso pagano, la ocasión la pintan demasiado calva como para que la deje partir sin al menos darla dos ósculos de fuego o dos balazos en el pecho, como mejor veáis.

¡Qué putada, Sami. Qué putada! Pero hoy no va de eso ya que tengo todo 2015 por delante para restañar mis heridas de lobo huraño y estepario, para enmendarle a don Leo Turrini que no fue el Santander quien llevó a Fernando a Ferrari y para calibrar también, el tamaño del sable láser que el periodismo italiano ha puesto en las manos de Sebastian mientras se ve obligado a olvidar, que ya en noviembre de 2013, lo depositó en las de un Kimi Raikkonen que ha sucumbido ante el asturiano.

2015, 2016 y tal vez 2017, suponen 36 meses por delante para acabar de entender qué coño hace el de Heppenheim en la italiana porque por muchas vueltas que le doy, os juro que no entiendo qué pinta en mitad de una tormenta como la que está asolando Módena.

Bien, vistámonos de ciencias y aceptemos numéricamente hablando, que Vettel ha quedado por delante de Alonso en este campeonato 2014 que acabamos de cerrar, lo que supondría causa suficiente para justificar que el alemán vista de rosso el año que viene sin siquiera preguntar, si La Scuderia ha movido un solo dedo para impedir que el de Oviedo mordiera el polvo de mala manera desde Spa a Abu Dhabi porque seamos sinceros, para terminar el año así, hay que poner muchas toneladas de empeño.

Pero hablando de cifras, nos saldría que Daniel Ricciardo sería mejor opción que Sebastian y Fernando, ¿o no? El australiano no mola demasiado en Milton Keynes pero ha quedado muy por delante de su compañero y por supuesto del español, y por un tercio de lo que dicen que se la va a pagar al alemán, seguro que se arreglaba su finiquito en Red Bull y su traspaso a Ferrari. Además, el aussie junior se ha adaptado a las mil maravillas al RB10 de Newey y su entente y a los brake by wire, y ha sufrido una mílesima parte de la mala suerte que ha visitado al hijo de Norbert porque dicen por ahí, que ha llegado con una flor en salva sea la parte, total, que entre tontá y tontá, el suplente de Mark Webber le ha metido un revolcón a su colega de colores de los de pa'qué.

Y su sonrisa... ¿qué me decís de la sonrisa de Daniel? Si Kimi está de enhorabuena por el buen rollo y la alegría que trae bajo el brazo el tetracampeón, ni os cuento cómo estaría el finlandés si supiera que los próximos 365 días los pasará cegado por la dentadura de Ricciardo...

Pero eso si llega, porque con lo de Esteban Gutiérrez sobre la mesa, a uno le entra el agobio de si Maranello aguantará a Raikkonen más allá de Silverstone o por el contrario, aprovechará al que paga parte de la nómina de Vettel, para convertirlo en piloto oficial, pruebas antes de que acontezca el Gran Premio de México, volviendo así al esquema 1-2 que tanto le gustaba a Sebastian en Red Bull y a Michael Schumacher en la de Il Cavallino.

Y aquí no cabe mi Felipe ni el Fernando is faster than you, porque realmente el de Oviedo era más rápido que el paulista y porque Massa corría para sí mismo porque era un uomo Ferrari, que diría don Luca...

¡Ay, Dios...! Qué jodida está mi Scuderia para tener que recurrir a llamar Moisés a un tipo que no se ha comido un colín en 2014, por mala suerte o por lo que sea.

En fin. Os leo.

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