jueves, 4 de diciembre de 2014

Williams #findefiesta


La sorpresa de esta temporada se llama Williams y habita en Grove. 

Así, tal cual se lee en la primera línea, considero que muy por encima de la enorme superioridad mostrada por Mercedes AMG, de la capacidad de respuesta que ha puesto Red Bull sobre el tapete y los chuscos tropezones de Ferrari y McLaren, la de Clare ha sido la escudería que más alegrías nos ha brindado por centímetro cuadrado durante el calendario oficial de este 2014 que estamos a punto de finiquitar.

Williams ha devuelto la esperanza a legiones de aficionado que esperábamos como agua de mayo que la escudería que dominó los 90 del siglo pasado, dejara atrás y al menos por una vez, esa estela de semirruina que adornaba a la británica de un tiempo a esta parte, y para ello se ha hecho necesario que por fin hayan coincidido un extraordinario chasis con un propulsor que le ha dado la réplica adecuada.

Así las cosas, el FW36 ha salido notablemente bueno, y en las manos de un rejuvenecido Felipe Massa y un sobresaliente Valtteri Bottas, ha protagonizado numerosos episodios de eso que vulgarmente llamamos espectáculo, que buscan afanosamente la FIA, Bernie y los propios equipos. Y es que estando en calificación aunque en la carrera se desapareciera o al revés, firmando sábados malos pero haciendo acto de aparición durante las pruebas, quizás pecando en todo caso, de corteza de miras hasta mitad de sesión y por aquello de la novedad que suponía estar en la pomada de nuevo, la de Grove ha sabido postularse como una alternativa a lo previsible, consciente en todo momento de su pequeño tamaño y de que peleaba en desigualdad.

El retorno de Martini Racing a los circuitos del Mundial no ha podido ser más sonoro. Los coches de Grove han acaparado momentos estelares, como cuando en el Gran Premio de Austria, coparon contra todo pronóstico las dos primeras posiciones de la parrilla para el domingo, o cuando finalizaban la temporada por muy delante de Maranello y Woking en un Gran Premio de Abu Dhabi, situando en el podio a Felipe y Valtteri como ángeles custodios de un Lewis Hamilton que obtenía en el emirato árabe su segundo título mundial.

El monoplaza blanco ha destacado por su bajo consumo y por un razonable tratamiento de los compuestos. Más allá de la unidad de potencia by Mercedes-Benz, el cacharrillo que conducían Bottas y Massa, ha mostrado una sobresaliente aerodinámica que como ocurre siempre con esta disciplina, no tenía por qué ser apta para todos los circuitos.

En este complejo escenario de debilidades y fortalezas, el muro de la británica ha gestionado sus bazas con el horizonte exento de ruidos: no se podía luchar contra Mercedes AMG ni contra Red Bull, pero sí se podía dar buena cuenta de Ferrari y McLaren, así que los objetivos estaban claros y lo cierto es que se han cumplido de sobra.

Tercera en el Mundial de Marcas, Dios quiera que 2014 no sea tan solo el canto de un cisne que esto años pasados, se ha mostrado demasiado afónico o acatarrado.

Os leo.

1 comentario:

Meridio21 dijo...

Muero de curiosidad por leer Redbull #findeGesta ! Porque si una escudería ha ejercido la magia este campeonato...