miércoles, 3 de diciembre de 2014

McLaren #findefiesta


El precipitado anuncio de la firma por Honda como proveedor para 2015, y quizás un exceso de confianza en que la normativa podía velar porque Mercedes-Benz no tratara a la de Woking como a Force India, por ejemplo, han sido sin ningún género de dudas las razones de que para McLaren, 2014 haya supuesto un año especialmente duro y desde luego, para olvidar.

También cabe incorporar a este extraño escenario, el retorno estelar de Ron Dennis al frente del equipo a comienzos de pretemporada y la temprana sustitución de Martin Whitmarsh por Éric Boullier (ex Lotus), pues son también justificaciones que sirven para entender en parte, que la británica apenas haya dado pie con bola después del exitoso Gran Premio de Australia —tras la descalificación de Daniel Ricciardo, Kevin Magnussen y Jenson Button ocuparían el segundo y tercer cajón del podio respectivamente, haciendo compañía a Nico Rosberg—.

De forma que si tuviera que concretar todo lo sucedido en una sola frase, está sería: Woking jamás ha estado en el partido durante 2014. Y aquí viene donde la matan, porque cuando un equipo no es capaz de meterse en la competición, se llame Caterham o se llame McLaren, pasa lo que tiene que pasar.

Aunque también es verdad que a la escudería más laureada de la F1 junto a Ferrari y Williams, la ha salvado su enorme tradición y presupuesto, su tremenda capacidad de respuesta y esa unidad de potencia Mercedes-Benz, que si bien nunca ha estado a la altura de las necesidades del elegante MP4/29, al menos la ha permitido no caer más bajo de lo que ha caído.

Tan solo 26 puntos separan a McLaren de Sahara Force India, un equipo que como he comentado en la anterior entrega, se ha pasado media sesión aguantando sin apenas margen de maniobra... Creo sinceramente que no hacen falta más palabras.

Os leo.

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