lunes, 14 de diciembre de 2020

Sin prisas

Si echamos cuentas, Mercedes AMG nos ha dejado disfrutar de 2020 cuando tenía todo prácticamente amarrado, lo otro, y disculpadme que meta la directa, supone desechar la pastilla roja que brindaba Morfeo a Neo en Matrix.

En líneas generales, esta sesión me ha resultado bastante ramplona, seguramente porque como escribía el otro día [F1 de garrafón], me gusta paladear la vida sin prisas, la literatura sin prisas, el amor sin prisas, una buena película sin prisas, el sorbo largo de whisky sin prisas, caminar sin prisas, sentir sin prisas tu mano cogida de la mía, las compañías sin prisas, la amistad sin prisas, las conversaciones con Ernesto o Joserra sin prisas, los paseos con Eileentxu sin prisas, ese dejarse acariciar que tiene Minourtxu en el el regazo de Amama, sin prisas. Hacer el marmitako o las lentejas sin prisas, observar sin prisas el mar rompiendo en la playa de Gorliz deshecho en olas desiguales pero igualmente bravas cuando el Cantábrico dice ¡basta! Darme el gusto de recordarte, de recordar sin prisas o ver las nubes pasar, sin prisas también...

Comprendo que tocaba coronar a Lewis como el mejor británico de todos los tiempos con una temporada que ofreciese su yugular a los indecisos o tiquismiquis

En realidad lo entiendo todo —soy mayor, a ver—, pero ha muerto John Le Carré este sábado pasado y siento ganas de ser un Tanabe san que se abre la bragueta y orina sobre todos aquellos que recibieron a Honda en 2015 rompiendo la tibia y el peroné de ambas piernas, pero despiden a la japonesa con condescendencia británica como mis cuñadas a un José al que arruinaron la vida, eso sí, dibujando en el aire trabas mecánicas, tecnológicas, cautelas propias de la era híbrida, mentiras, tan complejas ellas que hasta Ferrari nos dice ahora que entendió en febrero pasado que sufría de mal de amores y no iba a poder remontar la sesión, a pesar de que el vettelismo ha pergeñado escenarios mil veces más asequibles y verosímiles.

No seré yo quien cuestione comprar ketama chunga, pero ahí le andamos. Quien no elige la cápsula adecuada se expone a tomar por bueno lo que ha sido esencialmente apresurado, algo que siempre resta calidad a las cosas. Lo decía al inicio: Brackley nos ha dejado disfrutar de 2020 cuando tenía todo atado y bien atado, como por cierto viene sucediendo desde 2014, y en sentido estricto la responsabilidad del apelotonamiento de pruebas es de Liberty Media, por lo mencionado hace unos párrafos sobre Hamilton y porque sin 17 este año difícilmente resultarían asimilables 23 en 2021.

Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Le Carré, solía citar un verso de May Sarton:
«Hay que pensar como un héroe para comportarse como un ser humano meramente decente».

Anónimo dijo...

muy notorio haberse dejado ganar solo para dar una despedida de lujo a un motorista, que como bien dices, de entrada le han cortado las piernas con los token y no la han dejado ´ponerse a la par de sus adversarios. quizás este sea el principal motivo de su partida, no haberla dejado competir en igual condiciones y tener que desarrollar sus cosas haciendo el ridículo buscando una mejoría de rendimiento que no podía llegar de otra forma..

Carlos Ollarves. Carora - Venezuela