lunes, 7 de diciembre de 2020

Esteban y la aurora boreal

A mí no me miréis, el RS-20 me gustó en febrero [Desde el sofá (Renault)], no me extrañó nada que Fernando Alonso eligiera el proyecto francés como su plataforma de despegue en 2021, y si no he abusado de alabarlo desde que todo empezó en Austria, ha sido porque un gurú de Twitter tiene dicho a sus novicios que, tipos como yo, que en pretemporada tratamos de compartir con los demás lo que apreciamos en los monoplazas, sólo pretendemos darnos el pisto, no como él, que marca distancias con la molesta plebe por puro altruismo.

Además, que me gustase o me guste no tiene mayor relevancia, lo importante es que si la british press no da más comba al (enorme) progreso de la escudería de Enstone es por no desentonar con sus infaustos augurios de Montmeló —hay hemeroteca, of course!—. También es cierto que ayer, tanto Crofty como Brundle, tuvieron algunas palabras hermosas para el trasto francés, pero para ese momento Ocon ya opositaba a ocupar plaza en el podio.

Y sí, Daniel en Eifel y Emilia-Romagna, y ayer Esteban en Sakhir, han logrado sacar la cabeza de su equipo más allá de lo reseñable debido a que hay coche. 
 
Así y todo no está de menos recordar el enorme trabajo que se esconde detrás un concepto tan sencillo. Hay vehículo, claro que sí, y toneladas de esfuerzo, desde el que realizan en pista los implicados hasta el de Abiteboul en el timón o el del tipo que pasea la mocha por el garaje, pasando por gente tan maravillosa y cercana como María Rubia. Ahí están todos, juramentados a sacar el 150% de una idea que parió alguien en una mesa de diseño, y sin ese «todos» nos exponemos a perder una parte importante de la historia.

Esteban Ocon firmaba en Bahrein (Sakhir) un episodio más de los muchos que quedan por delante. Con el merecido segundo puesto dejó de ser el piloto que obedecía en Force India órdenes de Toto Wolff para no molestar a Hamilton, y se convertía en un elemento más que llama a la esperanza en Renault. Ricciardo va a McLaren, él se queda y tendra que lidiar con Alonso en 2021, sí, pero su alegría ayer era legítima y concitaba la de todos los que amamos este deporte, sencillamente porque adquirió significado.

Gran tarde en el emirato árabe la que tuvo el de Évreux, bien que lo pasamos y mejor que dormimos los que en febrero intuimos un cacharro noble que nos iba a proporcionar muchas alegrías.

Os leo.

2 comentarios:

Elín Fernández dijo...

El gurú de Twitter no da para más...
Ni su banda de gurusitos.

pocascanas dijo...

Intuyo mucha igualdad en la zona media para 2021, detrá de MB y RB la dierencia puede ser sólo custión de "manos"...

Saludos desde el Coño Sur