jueves, 17 de diciembre de 2020

Good bye, Daniil

Honda no estará en 2022 y, en consecuencia, sobra Daniil Kvyat en el complejo mundo de ecuaciones que tiene dispuesto Herr Doktor Marko para 2021. 

Pierre Gasly hace falta por si al final toca que Renault vuelva a suministrar material a la entente Red Bull —francés no muerde a francés—. El de Ruan es un peón, una pieza de cambio, como todo lo que toca el austriaco con tal de llevar a fin su planes, y lo recuerdo en este segundo párrafo porque hacemos mal valorando la salida del ruso en términos deportivos o mirando la tabla de puntos. Kvyat ya no es rentable, eso es lo que ha pasado.

Yuki Tsunoda seguramente lo haga bien, no lo voy a discutir, pero va a disfrutar de buena estrella mientras Honda siga haciendo los deberes, aunque me temo que en 2022 las dudas rodearán al japonés y la prensa amiga hará el trabajo sucio porque a lo peor hay alguien que merece más su puesto en 2023 o antes, proviniente del Team Junior o de otra parte. Con Marko todo va así: lo deportivo importa bastante poco...

Me entristece perder al Torpedo de Ufá, para qué voy a negarlo, aunque me alegro de que él lo tuviera asumido antes que nadie y se despachara a gusto en Abu Dhabi: «el próximo año quiero vacaciones, la F1 me cansa mucho, y, en especial, este ambiente de presión de Alpha Tauri...» Le faltó decir que aguante a Herr Doktor su padre, pero todos entendimos el mensaje, vamos, que no hizo ninguna falta verbalizar eso que tenemos en mente y sólo defienden los carentes de empatía que sueñan con ser jefes y sostener el látigo, mientras maldicen con la boca pequeña al que les ha tocado en suerte sufrir.

La vida. Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Menudas trituradoras entre el caballito rojo y estos otros. Ni la mejor Moulinex pica la carne de ese modo.


King Crimson

Erathor dijo...

Quizás Kvyat no debería haberse subido al carro esta segunda vez. Ya se, dicho a posteriori pero, según como se despachó con Marko la primera vez que lo defenestraron en aras del de la Heineken, nunca le iban a dejar prosperar. A quién se le ocurre protestar por qué lo bajen del red bull después de un podio y que luego lo larguen del torito bravo. Al único que benefició Kvyat fue a Marko que se encontró un crío que aún creía en Papá Noel y las segundas oportunidades. Volvió cuando no había quien fuera a Toro Rosso. Nadie quería ir a la picadora en aquella época.

En fin, que le quiten lo bailao.

Qué bien le han venido a Carlos hijo las putadillas que le hacían al viejo en Subaru. En seguida le dijo: Salte de ahí!

El único pavo que se ha servido de Redbull y no al revés.