domingo, 30 de agosto de 2020

Y la cara de hormigón armado


Estos fines de semana colmados de cochecitos me traen al mal andar. Por un lado el Gran Premio de Bélgica y por otro la doble en Gateway con Álex manteniendo patrocinador y sumando galones, aunque sin mucha fortuna. La vida no me da para más, y lo digo con envidia por aquellos a los que la suya les permite atender a ciento y la madre de frentes automovilísticos, incluso motociclistas cuando se tercia, y, encima, pueden disfrutar del Tour de Francia y el fútbol, que no falte el fútbol...

Luego echaré el ratito sobre la primera prueba de Bommarito, básicamente porque ahora me apetece dedicar unas líneas a los jetas del paddock, concretamente a Herr Doktor Marko, quien recientemente nos ha salido más espabilado de lo que pensábamos al esbozar su criterio sobre la actual Fórmula 1: «We do not currently have a drivers' championship, we have an engineers' championship. It is not the technical product that should stand out, but the person. That is what interests and fascinates people...» [Marko wants telemetry & radios banned in F1].

La ocurrensia tendría su gracia si no fuese él quien la ha propuesto, aunque bien mirado, no podemos obviar que también le ha endilgado una órdiga de no menearse al bueno de Sebastian Vettel, ya que, de 2009 a 2013, Red Bull tenía cochazo gracias, entre otras cosas, sospecho, a que Adrian Newey podía ejercer de líder incontestable de la parrilla ingenieril con el placem de la FIA y las lagunas del reglamento, y, evidentemente, no convenía tocar nada. Hoy las tornas han cambiado, Milton Keynes dispone de pilotazo (Max Verstappen) pero no hay quien tosa a la de Brackley y, claro, se plantean las respuestas que deberían haber servido hace unos años porque el problema de raíz sigue siendo el mismo: no es ni medio normal el exagerado dominio de una escuadra sobre las restantes una temporada tras otra, y dando gracias a que en 2016 corría un tal Nico Rosberg.

La fiesta va por barrios, y nunca mejor dicho. Poder, intrigas, dinero, fair play... La Fórmula 1 continúa manteniendo intacto su magnetismo, y prueba de ello es que los tipos más atractivos del Circo siguen teniendo la cara de hormigón armado. Herr Doktor, por ejemplo.

Os leo.

1 comentario:

Josemi dijo...

Efectivamente, hablo de putas la tacones....

Gracias a Orange no he podido ver la carrera hoy, pero vaya coñazo ha debido ser.