jueves, 27 de agosto de 2020

El tercer catecismo


No se puede, pero si fuese posible desandar lo andado y volver atrás con la mochila que llevo ahora a las espaldas, concretamente a aquel 3 de agosto de 2007 en que se me ocurrió abrir Nürbu, tengo por seguro que esta guerra la habría librado de otra manera...

Durante mucho tiempo había pensado que en Fórmula 1 existía una doctrina general y otra más laxa con unos pocos, en la que, además, cabían las excepciones que se debían hacer con bravos conductores de leyenda como Lewis Hamilton o Sebastian Vettel, por ejemplo, pero con esto de los coletazos de las 500 Millas de Indianápolis 2020 he aterrizado en que además de estos dos catecismos hay un tercero que vale sólo para Fernando Alonso desde 2007 y extiende su manto de verdades verdaderas hasta mucho más atrás.

En cierto sentido, tiene una relevancia extraordinaria que nuestro deporte se haya tomado tantas molestias con el asturiano. Su equipo en Indy 500 le llama racer y la bendita palabra no significa lo mismo que cuando se usa con otros. Él se acerca al respetable en redes, explica sus cosas, pero no son tomadas como aclaraciones sino como mentiras porque el gentío rebosa certidumbres y analiza la carrera como si fuese un partido de fútbol. Un fallo mecánico impidió que se pudiese comprobar la validez de la estrategia elaborada por Arrow McLaren SP, pero los rigurosos ya saben con certeza que de ninguna manera habría funcionado. Fernando está contento por haber terminado la carrera pero ya se sabe que nadie puede estar feliz con eso...

En nada volverá a vestir el mono, el casco y los guantes, y se subirá a un F1, y aunque sean disciplinas diferentes, no faltará quien recuerde estas 500 Millas de Indianápolis hasta el infinito y más allá.

Os leo.

2 comentarios:

Ricardo dijo...

Si algo ha demostrado el asturiano es que le importa un bledo la opinion publica. Hace lo que le gusta e intenta conseguir los mejores resultados. Se arriesga a los comentarios de quienes se alegran de sus fallos, y menosprecian sus exitos (2 veces ganador de las 24 horas de LeMans en el mismo año no esta al alcance de cualquiera), pero que le quiten lo bailao.
Si algo, hay que ensalzar su valentia, ya que a la fecha son muy pocos los que salen de su zona de comfort y se meten en aventuras de resistencia, Paris-Dakares y formula 1. Para mi, es un fuera de serie, independientemente de los resultados.

Anónimo dijo...

Es la clase de fama con la que sueña Lewis Hamilton.

Y la que Seb Vettel sabe hoy ya nunca alcanzará.