jueves, 10 de enero de 2019

¡¿Qué pachaaa?!


Si os cuento en qué invierto mis horas y mis días actualmente a lo peor nos caemos todos de culo, así que mejor lo dejamos en que yo estoy aquí, en mitad de la bruma virtual, y vosotros ahí, cerquita, que aunque haga frío os siento.

Y bueno, es jueves noche y he abierto la botella de Macallan que me regaló la semana pasada Ernesto, más que nada por probar a qué saben los regalos más inesperados y entrañables. En fin, los idiotas siguen intentando atravesar los muros de Nürbu y, la verdad, no cejan en sus estupideces, y ahora, cuando toca echar el ratito, me ha dado por pensar en que mantengo correspondencia habitual con buenos profesionales de nuestro deporte que jamás me han reprochado ni una tilde que varée los malos modos de la prensa que se dice especialista y nutre de contenidos a los que siempre van de ofendiditos por la vida.

A ver, pasar por la universidad no significa que la Universidad cale en ti. Ser aspirante a periodista o haber sacado el título no te convierte en un tío o una tía legal, ni por arte de magia ni por mucho que nos empeñemos.

Estas cosas me recuerdan a la buena de Teresa. Obtuvo el título de Restauración de Obras Artísticas como Cata, pero ahí mismo se acaban las comparaciones. Donde mi compañera y madre de mi hijo siempre ha tenido meridianamente claro que tocaba decir basta, la citada era capaz de continuar como el conejito de Duracell.  

Hubo un cuadro en el estudio de mi partenaire que supuso en su día el paradigma de lo viene a ser tener título y no saber qué hacer con él. 

Los artistas suelen sufrir de arrepentimientos en sus obras y hay que tener sumo cuidado con ellos. Pues bien, la obra en cuestión precisaba de limpieza y la buena (o mala) Teresa se puso a ello con dos cojones y un palito. Y en esto que descubre que existe un rastro de pintura entre los cuartos traseros de un caballo que lleva encima a la figura dominante e insiste en el hallazgo, y lejos de contenerse con el descubrimiento persevera en su aventura de limpieza.

Os ahorro los pormenores porque en el fondo no llevan a ninguna parte. Sí os digo que la hazaña restauradora dio lugar a un corcel empalmado desde cuyo lomo saludaba un ínclito al respetable y la posteridad como quien brinda por la vida sobre un trotón salido...

Decía hace unos párrafos que mis amigos profesionales no se sienten aludidos cuando cargo tintas contra la prensa british y sus maneras habituales, aunque los chiquillos y chiquillas que pretenden prosperar en esto sí se muestran lastimaditos ante mis dardos. Pero llega un día como hoy y McLaren anuncia que se ha pillado a Andreas Seidl para liderar el equipo de Fórmula 1, y la cabeza se me va, irremediablemente, a todas esas idioteces que se han vertido al respecto de que Woking estaba pelada de pelas o no tenía proyecto.

La realidad es testaruda como una mula y aquí estamos, a 10 de enero de 2019, dilucidando si la buena (o mala) Teresa ha señalado el rumbo correcto, o si quedamos al albur de la buena praxis profesional y aceptamos que en la británica de nuestras entretelas se están haciendo las cosas como nos las dibujó Zak Brown el verano pasado.

Es cuestión de creer, lo admito, pero manda un poquito de cojones que a estas alturas de la película sigamos creyendo en los que apuestan a que McLaren lleva mala derrota porque su dirigentes viven poco menos que en Babia, cuando los datos nos indican que la británica pisa firme y no da un paso sin haber asegurado el anterior.

Venden humo ellos o lo hacen nuestros gurúes...

Os leo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"En fin, los idiotas siguen intentando atravesar los muros de Nürbu"

Las escalinatas nunca serán lo suficientemente altas, pero eso no parece interesarles. Lo que disfrutan, es recibir la pez ardiente sobre sus cabezas.

Eso sí que mola! Para gesta heroica, para sostener las banderas verdes de los británicos, ya están ellos. Como Minions, arengando a su villano favorito.

Anónimo dijo...

Elkann ha iniciado una operación que es difícil de creer: buscar a Stefano Domenicali para devolverlo a casa", escribe el periodista Fulvio Solms.

"Domenicali tiene el perfil ideal de ferrarista para hablar sobre el futuro de la Fórmula 1 con Liberty Media", añaden en Autosprint.

La espantada que van a dar al unísono todos los ñúes del Serenguetti !!


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matador dijo...

Eso, eso Jose, escríbenos un poco sobre Dominguero y su vuelta a casa, que llevo todo el día mordiéndome las uñas, casi como el corcel del cuadro, cuando he leído la noticia y he pensado en los aspirantes a troles que desde el anonimato quieren entrar en Nürbu...

Tengo asumido que fue el bueno de Stefano el primero en tantear al del dedo rampante, tanto como que él fue el máximo responsable de 2010 y 2012, y que tampoco su vuelta va a devolvernos a Fernando a casa vestido de Rosso, pero me da que es quien mejor conoce los entresijos empresariales y deportivos de Ferrari, y que con él tendríamos días de gloria parecidos a los de Montezemolo, y no una gestión poniendo el ojo siempre en la cuenta de beneficios a cualquier precio.

Salu2!