Ya no estoy para apostar jamones —perdí dos que disfrutaron los integrantes de mi familia del Safety Cast, y especialmente Rober cortándolos para servirlos en finas lonchas—, pero si estuviera, un suponer, ahora mismo apostaba uno a que Ricciardo queda por delante de Tsunoda al final de esta temporada...
Son muchos años, demasiado tiempo viendo esquelas en la prensa especialista y redes sociales, con nombres que luego resucitaban sin que nadie se excusara por los feos augurios o por precipitarse, o por dejarse llevar por la ola del quedar estupendos, que prefiero tomarme mi tiempo y recordaros que nadie sabe lo que realmente está haciendo aussie jr. en Faenza que lo tiene desentonado en pista. Otras veces ha sucedido que cuando Daniel invierte su esfuerzo en afinar el piano común se resiente su desempeño competitivo, y, la verdad, no veo que en 2024 no esté sucediendo lo mismo. Eso sí, si en 2014 Milton Keynes hubiese dado a nuestro protagonista lo que merecía en vez de supeditarlo a Sebastian, a lo mejor otro gallo nos cantaba y veíamos el horizonte más diáfano.
Os leo.
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