jueves, 25 de abril de 2024

El pito de un sereno


La FIA nos tiene acostumbrados a una exasperante lentitud en la toma de decisiones durante la mayoría de citas, o al feo «se revisará después de la prueba», pero en IndyCar se han propuesto hacerla palidecer de envidia.

No os riáis, que comprendo que es para reírse, pero mes y medio después de la celebración del Firestone Grand Prix of St. Petersburg [Domingo de carreras], a cuenta de las anomalías detectadas en el procedimiento Push to Pass, los comisarios han decidido empaquetar a Penske con una multa económica y la anulación de los resultados obtenidos por Newgarden y McLaughlin. El tercer agraciado ha sido Power, con otros 25.000 dólares del ala y la pérdida de 10 puntos, aunque no ha sido descalificado.

Obviamente, la clasificación final ha sufrido un vuelco importante y, entre otros acaecidos, Pato O'Ward se convierte así en flamante vencedor aunque no pudo celebrarlo como merecía, mientras Álex Palou escala del sexto al cuarto puesto [IndyCar disqualifies Josef Newgarden for violating push to pass at St. Pete; Pato O’Ward named winner].

Más allá de la anécdota, que me sigue resultando graciosa, la reflexión casi sale sola, ya que, tantas veces se pone la IndyCar como ejemplo a seguir por la F1, que con estas cositas da yu-yu imaginar lo que supondría para nuestro deporte una situación similar, la que se organizaría en redes, cómo levantarían la voz algunos jefes de equipo, los ríos de tinta que volcarían en sus análisis los expertos y redactores de contenido, las peregrinaciones que se montarían a Fátima o Lourdes solicitando milagros o amparo celestial, obviando siempre que al otro lado del Atlántico se toman el Reglamento bastante más en serio que en nuestra divina actividad.

Mira tú, de ahí sí que podíamos aprender mucho...

Os leo.

1 comentario:

pedro dijo...

Hombre, exasperante lentitud en la toma de decisiones según con quien.