Iba a comenzar con el consabido «Érais muy jóvenes, no habíais nacido, no lo recordais», pero me da cosica abusar del argumento de los demonios, pero sí, mucho aficionado no sabe que hace no muchos años los Grandes Premios daban para pasar le semana siguiente hablando de F1 tan ricamente, y que, si había suerte, las buenísimas carreras te permitían seguir disfrutando de ellas durante meses...
Estamos a martes y la cita china ya es historia, en su sentido más ramplón. La actualidad precisa de alpiste diario y, entre unas cosas y otras, lo sucedido en Shanghai empieza a amodorrarse bajo toneladas de circunstancias ajenas al Gran Premio de China... vamos, que en unos días se hará menester escarbar en el abundante ruido ambiental para rescatar algo con sustancia. Quedarán las estadísticas y los datos, eso sí, armas de doble filo que servirán para que alguien intente convencernos de que Leclerc, por ejemplo, navega a un mundo de distancia de Sáinz.
Sé de esto porque Nürbu también necesita gasolina, no os creáis, aunque uno se pone a revisar la prensa internacional —la nacional me da mucha pereza— y percibe que ya está a otras cosas. «Volatilidad» es el término adecuado. Liberty vive de que somos idiotas y tenemos memoria de pez, y, la verdad, hay que darle un notable alto a la norteamericana, pues la está clavando con su Fórmula 1 para parvulines o adolescentes que sólo quieren emborracharse rápido, para no enterarse después de lo mucho que han disfrutado cuando compartan su alegría apasionada en redes [F1 de garrafón].
En fin, buscaba información sobre la razón del buen estado de forma mostrado por McLaren en este inicio de sesión, y lo cierto es que no he encontrado nada nuevo, salvo tropecientas mierdas que replicaban lo dicho hace dos días por los especialistas del tiro al plato y me retiro porque ya viene siendo hora...
La de Woking no cuenta entre sus cuadros técnicos con Adrian Newey y monta la misma unidad de potencia que la aclamada y nunca suficientemente alabada Mercedes AMG, pero saca en estos momentos a la Brackley 44 puntos de vellón en la de Constructores. Y me digo —sigo siendo un iluso de campeonato—, si no merecería este escenario algo más de compromiso periodístico, o, en su caso, un puntito extra de pundonor profesional que nos evite tragar el habitual esto es así y te jodes.
Sigo pensando que a la auténtica McLaren de 2024 la veremos después del verano, pero ¡jolines!, ¡cáspita!, ¡recórcholis!, que me aspen si alcanzo a comprender cómo la prensa del ramo prefiere enfocarse en chorradas, antes que aclarar las claves del auténtico fenómeno de este comienzo de temporada.
No os aburro más. Os leo.
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