sábado, 7 de enero de 2017

El plagio


Uno de los aspectos más inquietantes de la Fórmula 1 es el desparpajo que se gastan sus responsables a la hora de sacar conejos de la chistera. Y es que cuando todavía estamos paladeando a Max Verstappen, viendo languidecer a Pascal Wehrlein  y calculando las horas de vuelo que le quedan por delante a Lance Stroll, viene Bernie y nos insinúa que Mick Schumacher sería un revulsivo macanudo para el deporte...

Ayer, aprovechando el festivo, charlaba al mediodía con mis colegas de Gorliz sobre lo relativamente reciente que resulta este asunto. Concretamente, les dije, el modelo de explotación intensiva de la juventud en F1 se estrena en 2007. Las risas afloraron inmediatamente, como comprenderéis... ¡Y con Alonso no!

Pues no. Pero como tampoco es cuestión de reflexionar sobre la vida deportiva del Nano, o la de Kimi, bastante pareja a la del español, por cierto, dejémoslo en que para crear una estrella por la vía rápida deben coincidir en el tiempo tres factores: calidad del chaval, ascenso meteórico a una plataforma puntera, y, fundamental, una permisividad por parte de la prensa, el equipo y la FIA, que ríete tú de los arbitrajes caseros. Y conjunciones astrales de este calibre, señoras y señores, sólo se han dado en nuestro deporte a partir de 2007.

Obviamente han existido desde siempre valores indiscutibles que han llegado vertiginosamente a conducir un monoplaza de los de arriba, pero seamos sinceros, por lo general y si no me fallan las cuentas, la FIA ha pasado la garlopa a sus espolones a las primeras de cambio.

Otra cosa es de lo que venimos hablando. La llegada de Lewis Hamilton a McLaren supone un antes y un después en toda regla. La prisa se mascaba en el ambiente y llevó inevitablemente a que se produjeran algunos sindioses, como la grúa de Nürburgring o el episodio de Hungría. Pero mal que nos pese admitirlo, los tres factores que aludía hace dos párrafos se alinearon por primera vez en lo que aquí definimos entonces como «la forja de un héroe» o más vulgarmente «el modelo Hamilton».

Después del británico le tocó el turno a Sebastian Vettel y en su declive como figura, el agraciado en la tómbola ha sido Max Verstappen.

Calidad indiscutible la del holandés. En su segundo año en la competición conduciendo un baby pata negra previo descarte de Daniil Kvyat a poco de comenzar la temporada. Apoyo mediático sin parangón, con defensa incluso de sus rebeldías en Toro Rosso; favor explícito del conglomerado Red Bull, y la FIA mirando para otro lado cuando el chiquillo ha hecho alguna trastada que merecía su descabello...

También ha sufrido penalizaciones, faltaría más, pero creo que podemos coincidir en que en la balanza, pesan más los favorcillos que las sanciones, como en el caso de Lewis y Sebastian. Cosa de todo punto razonable, por otro lado, ya que un héroe sin alguna sombra no resulta creíble.

Y aquí quería llegar yo, porque si el modelo funciona desde hace una década, con sus más y sus menos, es cierto, y en la actualidad es tan de casa que resulta complicado señalarlo sin que te tiren piedras, ¿por qué no lo plagiamos y permitimos que más integrantes de la parrilla lo disfruten, en vez de sacar nuevos conejos en la chistera, léase Stroll o el joven Schumacher?

Tendríamos héroes y rebeldes a cascoporro y, sin duda, el espectáculo resultaría una gozada.

Es una idea. Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Max,Max,Max....podria alguien decirme cuál ha sido el resultado final con su compañero??? Creo que se lo ha comido vivo.Y con peores estartegias como la de Mónaco o silverstone.No,no me creo a Max.Ricciardo le da mil vueltas así que imagínate con los apoyos necesarios y el lobby detrás que ha tenido este. stroll es uno más y wehrlein ha ganado la dtm,ya merece más respeto que estos tres antes citados que no han ganado nada destacable en inferiores. Ahora coge el palmarés de Vandoorne, Vergne o Ricciardo y ríete tu de Max.

Anónimo dijo...

Y se me olvidaba. Kvyat igualó al final a Daniel,y venía de un podio en China. En categorías inferiores con el mismo coche se fundió a Sainz,literalmente,que en su duelo con Max rindió a un nivel parecido. Todos tienen talento,lo que les falta son las oportunidades.Nadie sabe qué habría hecho Kvyat con ese RB mejorado que cogió Max. Y mucho menos qué habría hecho Carlos.En cualquier caso el mérito es para Daniel. Y en cuanto a las normas.....Vettel no gozó de tanta mano blanda y fue sancionado hasta por no respetar la distancia entre el SC y su coche para beneficiar a Webber,lo que le supuso perder esa carrera en un mundial que llegó ajustado.Y hace poco le quitaron un podio por defender posición en Méjico de forma injusta y alevosa.Que le han permitido cosas,como a todos los grandes.Pero no comparar con Hamilton por favor.El de Tewin es el protegido por excelencia.De hecho mintió a los comisarios y a la FIA con el tema del espionaje y aun conserva su Superlicencia.Max va camino.Aunque como digo,por mucho apoyo de su equipo,el año que viene Daniel se lo merendará como ha hecho hasta ahora.