lunes, 30 de enero de 2017

El Trío Calaveras


He escrito a Mallya por si hay suerte y me puede proporcionar una copia de esta instantánea con la intención de hacerme un póster con ella para el estudio. 

Pensándolo mejor, tampoco iría mal en foto pequeña, que, como recuerdo, encajaría perfectamente junto a la de Fangio abrazando a González cuando la muerte de Pinocho Marimón en Nürburgring y la de Bonetto cruzando su Cisitalia en una curva, con un cigarrillo en la boca.

La imagen no tiene desperdicio. Bernie, Vijay y Flavio son historia viva de nuestro deporte. Ahí donde los véis podrían estar interpretando una historia diferente en la isla Tortuga, aquella famosa tierra de piratas, pero han preferido reunirse como tres amigotes que celebran continuar vivos. ¿Qué otra cosa podían celebrar frente al objetivo de un iPhone y los restos de una cena, salvo que son poco menos que inmortales?

Dicen que el auténtico alimento de la Fórmula 1 no es la gasolina sino el dinero, pero en nuestro deporte hay un componente nada desdeñable de a ver quién la tiene más larga, que apunta a que pones en el depósito un kilo de ego del de estos señores y consigues una ganancia de tres o cuatro décimas por vuelta. Supervivencia a base de pelotas lo llaman, y no me cuesta imaginarlos hablando de cualquier cosa menos de coches y circuitos.

Ésta es una entrada tonta de ésas que me salen cuando pretendo criticar dónde nos han llevado tipos como los de la foto, y, sin embargo, me encuentro con que les miro a la cara y lo que veo me produce ternura. Tres chavales en envoltorio viejo. El Trío Calaveras cantando un ranchera porque el mundo es así y parece tarde para intentar cambiarlo.

Os leo.

2 comentarios:

pocascanas dijo...

Miro la foto y me siento una mojarrita nadando entre tiburones...
Y estoy seguro que los tres coinciden en quién la tiene más larga.

Un abrazo desde el Coño Sur

PD: los llamas inmortales, quítale la "t".

Erathor dijo...

Pues sí. Este sí que es el trio #K@lav3r@.
Seguro que Mosley los contempla desde su particular fiesta privada con una sonrisilla.