domingo, 7 de agosto de 2022

Oysters, little Peter!

Gracias a Estefanía Ferreira y Edgardo Berg [Cars a la Carta] descubría el otro día una faceta de Lucas di Grassi que me resultaba totalmente desconocida y me ha sorprendido gratamente. Os cuento:

El piloto de Formula E no estaba del todo satisfecho con el vehículo que propuso la disciplina eléctrica para los GEN3 que entrarán en servicio la próxima campaña (2022/23), y ni corto ni perezoso se puso a dar unas vueltas al diseño con la ayuda de Chris Paul [How I would have (re)designed GEN3], a resultas de lo cual ha salido un bicho sobresaliente, estéticamente hablando, que da mil vueltas en concepto y pureza al punto de partida.

Lo mejor es que empecemos por disfrutar primero de la entrevista:

Bien, continuamos. Y es que el trolleo resultante es de tal calibre que bien merece unas líneas, porque, ingenuamente, quiero pensar, se han mostrado juntos los dos coches por aquello de percibir mejor las distintas soluciones, y el «oficial» palidece de tal manera ante su alternativa que dan ganas de montar una petición popular para que Alejandro Agag adopte sin pensárselo dos veces el monoplaza de Di Grassi/Paul.

Lo escribí en su momento: «... pero el resultado me parece pobre de cojones, en plan disfrazamos de X-Wing el Conga por ver si así hace en la mitad de tiempo la moqueta y el suelo de la cocina, y el de los baños. ¡Con lo bonitos que eran los Gen2 Evo!» [Lo distuptivo y eso], aunque ya voy advirtiendo que si hay que retractarse me retracto sin problemas, eso sí, si el elegido es el diseño del brasileño y su colega, pues el otro sigue pareciéndome feo de narices, nunca mejor dicho.

Os leo.

2 comentarios:

Jarenito dijo...

Si da igual, no le va a importar nadie sea como sea el coche.

La peor competición del motor.

Anónimo dijo...

Mira que me gustan las carreras de coches, pero lo de esta categoría me parece que es un bluff enorme. Insufrible.
Eso sí, en cuanto a lo de la peor competición creo que tiene un gran oponente en la "Extreme E" o como se llame, en la que no entiendo que narices pinta Carlos Sainz Sr., que necesidad tendrá de participar en ese autocross de aspiradoras. Es lo más parecido que he visto a los combates de robots.