viernes, 26 de agosto de 2022

Llega Audi

Toda mi existencia como aficionado cortándome un poco por no parecer un alonsista de mierda alegrándome de que Fernando firme aquí o allí, y los mismos que acostumbran a señalar a los supuestos hooligans del asturiano (sic) con memeces del calibre: «se alegran o lloran por un tipo que tiene la vida resuelta y gana cien mil veces más en un año de lo que tendrá ellos en setenta vidas», estaban con la presentación de Audi para 2026 que no les cabía una paja en el ojete, como una cuadrilla de nonagenarios a la que han dado barra libre de Viagra, ya me entendéis.

Será el capitalismo, que observado desde abajo siempre da la sensación de que repartirá regalos por Navidad; una extraña organización de valores que hace sentir al desgraciado que lamiendo salva sea la parte del poderoso compartirá una miaja de su destino; la inercia tal vez o el no saber qué lugar ocupamos cada uno en todo este lío... ¿La felicidad de los incautos que van cantando al matadero, al campo de exterminio o a la inmolación?

No debo nada a Audi y me he sentido como casi todos los días, para qué vamos a engañarnos, básicamente porque desconocemos si la alemana alberga la pretensión de instaurar un nuevo periodo de mierdismo que prolongue el que nos ha obligado a comer Mercedes-Benz como menú único desde 2014.

Está claro que las operadoras no van a bajar los abonos mensuales o anuales, que perpetuarán la fea costumbre de perseguir y retirar contenidos por infringir el bendito copyright, que seguirán colocándonos influencers al otro lado de la pantalla que nos expliquen el secreto de la vida cuando desconocemos si aún son vírgenes, o repitan como loros mantras y frases que no tienen nada que ver con nuestra actualidad deportiva, sencillamente porque el mundo ha cambiado una barbaridad aunque los gurúes y sabios sigan siendo los mismos desde hace décadas.

Por increíble que parezca me da para entender a Liberty Media y la FIA y la necesidad que tienen de exteriorizar su éxito. Con la de Ingolstadt el tinglado ha incrementado su valor económico y Netflix nos lo contará con pelos y señales llegado el momento, hasta ahí ya llego, pero a estas horas sigo si pillar el alegrón que han manifestado nuestras fuerzas vivas en redes sociales, ni a los periodistas en sus crónicas y artículos de opinión, fundamentalmente porque seguirán cobrando una caca por cada 100 caracteres y continuarán luchando contra el intrusismo en medios, etcétera.

Audi no va a cambiar nada, al menos en un horizonte cercano. Andretti sí podría hacerlo, pero mira, todo son pegas para que la norteamericana desembarque en Fórmula 1 y anime la competición.

Os leo.

3 comentarios:

Cao Wen Toh dijo...

Lo de Andretti es cancelación eurocéntrica, o directamente brittish. Mucha caquita ahí.

Elín Fernández dijo...

Hola y abrazote, Josetxu
A mí (que ya sabes y me conoces), me da igual que llegaran o no. Temo lo mismo, una era tipo Mercedes llena de aburrimiento y una superioridad plácida y bendecida desde la plaza de Concorde. Venga, así, no. Porque como dice Miguel: lo que se gana con esfuerzo sabe mejor. Hay dos y tres títulos que saben mejor que 6(¿?).
A los lame cu... de siempre, no hacer ni caso.
Siempre te leo...

Anónimo dijo...

Pues mira, lo de Porsche lo tomé como algo normal, pero lo de Audi me pone las orejas tiesas.
Es difícil de explicar, pero teniendo en cuenta cómo funcionan los despachos en esta disciplina me da que pensar.
Liberty quiere drama, mundiales decididos en las últimas carreras, que los aficionados de todas las escuderías estén contentos porque su equipo está en la pomada, ganen alguna que otra carrera y así se vendan más gorras junto a paquetes de TV. Eso se consigue con varias escuderías fuertes. No pueden permitirse largas épocas de dominio que pongan en duda los registros de los héroes.
Pero el business es el business y nadie quiere arriesgar sin asegurar ningún beneficio a cambio. Como el dominio de Mercedes o RB (que coincidió con el patrocinio/salvamento del WRC)
Que a Mercedes la sustituya el grupo VW permitiría disimular mejor el teatrillo alternando a los ganadores, pero siempre que sean del mismo conglomerado claro. Alguna migaja para ilusionar al mercado USA con Mclaren y quizá revivir la tradición de Ferrari. Aunque con la última no haría mucha falta pues sus tifosi son fieles en la victoria y en la derrota. Y ojo, que RB siempre con buen ojo para estas cosas, estaría en el ajo junto a Porsche.
Así que nos toca esperar para ver si la lucha Audi vs Porsche es tipo Le Mans o es tipo VW en WRC.

Un saludo
Sr. Polyphenol