sábado, 27 de agosto de 2022

El sueño de Peter Wright

¡1970. Ronnie Peterson sobre un March 701 desprovisto de alerones!

La fe en los poderes mágicos de la sustentación invertida (downforce) es muy anterior a la irrupción del Lotus 78 en el Mundial de Fórmula 1 y la aplicación del efecto suelo tal y como lo conoceremos a partir de 1977, pero como Jero y un servidor pretendemos llegar a los wing cars en mi próxima aparición en su canal —olvidaros de que sea antes de octubre, ando ahora mismo en plan estajanovista con la ilustración y la literatura—, mejor adelantamos deberes y mencionamos a March Engineering, pues, proporcionalmente hablando, fue la iniciativa que más caña dio a la aerodinamica con fines de agarre (aerodynamic grip) a comienzos de los setenta del siglo pasado, incluso superando a Lotus.

March fue fundada en 1969 por Robin Herd y Max Mosley, sí, nuestro Max Mosley, y pronto destacó por sus innovadoras soluciones y la acogida que tenían entre sus clientes, lo que atrajo inmediatamente a mentes brillantes de la ingeniería automotriz que buscaban explorar sus propias ideas y, en lo posible, llegar a plasmarlas más allá del tablero de dibujo.

Uno de estos nombres fue Peter Wright, quien junto a Tony Rudd había trabajado dentro de BRM en el nonato P142, el primer wing car de nuestra historia que, desgraciadamente, nunca pasó de las pruebas en el túnel de viento [Cómo llegó el efecto suelo a la F1]. Bien, Rudd fichó por Lotus como director de ingeniería y Wright pasó a March para encargarse de apoyar el trabajo realizado por Herd en el 701 de F1 (1970), así como en el 702 de F2, donde tuvo una menor implicación.

Como mencionábamos de pasada en el programa enlazado en el párrafo anterior, a pesar de las notables ventajas que aportaba la incorporación de volúmenes laterales con forma de ala invertida en el 701, Robin Herd prefirió seguir otro camino para las temporadas 1971 y siguientes, lo que dio lugar a los 711 y 721, y, posteriormente, a los más convencionales 731 y 741 de 1973 y 74.

No obstante, el camino iniciado por Wright no había caído completamente en saco roto y el March 751 de 1975 retomaba la aplicación de la sustentación invertida, en este caso para potenciar el agarre del tren trasero y reducir la resistencia al avance, pero no arrojó los resultados esperados y volvió al cajón tras un par de pruebas en entrenamientos.


El camino estaba abierto, existían propuestas y fluían con naturalidad, pero faltaba ese puntito que sí iba a alcanzar el Lotus 78 de Peter Wright: concretar cómo el propósito se puede llevar a la práctica de una manera eficiente. March había fallado en este cometido, Lotus lo conseguiría finalmente, pero no podemos entender el éxito de esta última sin contemplar la contribución de la primera y el trayecto que realizó Wright hasta materializar su sueño de correr con suficiente apoyo como para que no fueran necesarios los alerones.

Os leo.

1 comentario:

Profesores Berg dijo...

Es una historia fascinante. Desde el 142'de BRM, que según algunos, le bajó el pulgar Surtees, a los Lotus al mejor auto en esto de eliminar alerones, el BT 49. Abrazo y felicitaciones de nuevo