I Dreamed A Dream

La cosa avanza... tanto que ya hay quien pretende adivinar cómo quedará la tabla del Mundial de Constructores después del Gran Premio de Abu Dhabi que se celebrará dentro de prácticamente nueve meses, lo que viene siendo una gestación completa sin que sepamos todavía si será niña o niño.

Estas prisas futboleras están bien, para qué vamos a negarlo, y también que, casi con total probabilidad, estemos siendo usados por Liberty Media como carnaza para la macroexaltación de la Fórmula 1 en Bahrein, dentro de un par de semanas. 

Lo pienso así y no voy a ocultarlo, porque entre los presuntos shakedowns y los test a puerta cerrada y la cantidad de material surgido de la primera jornada en Montmeló que obra en nuestras manos hoy miércoles, sólo cabe pensar que, arriba, o fueron gilipollas cuando programaron el sainete, o demasiado listos imaginando con claridad meridiana cómo íbamos a reaccionar. 

Gestionar el cliffhanger lo llaman en narrativa visual y literaria...

¿Y qué es un cliffhanger?: Susan Boyle saliendo al escenario a probar suerte, aliñada con un aspecto más propio de un ama de casa en una película de Ken Loach, que dejó helados al público y jurado en cuanto su portentoso chorro de voz dibujó las primeras notas de I Dreamed A Dream.

La fiesta ha comenzado antes de lo que tenía previsto y no quiero perdérmela, así que, no más tarde de pasado mañana, empezaré con la visita anual a los coches que componen la parrilla, ya que, visto lo visto, el drama viene este año muy bien empaquetado y hay bastante tela que cortar.

Os leo.