domingo, 13 de febrero de 2022

Me olvidarás

Trazando el mapa de las migraciones de ñúes en las praderas del Serengueti, compruebo con asombro que las poblaciones vettelistas se han estabilizado en mínimos aceptables y defienden ahora sus pastos de la presión de hamiltonianos y verstappenistas, muy crecidos en número, que, por mor de las circunstancias, se creen con derecho a enseñar Fórmula 1 a sus congéneres y afear públicamente la actitud de continuar mostrada por Vettel.

Es obvio, o me lo parece, que si Fernando tiene un P14N para 2022 y sesiones siguientes, que arrancaba en 2021, perfectamente Sebastian puede tener otro similar aunque menos mediático. Voy más lejos: Max y Lewis deberían tener el suyo correspondiente, ya que la normativa de este año supone un reseteo de posibilidades para todos los integrantes de la parrilla.

Lógicamente hay favoritos y el holandés y el británico se llevan la palma en este sentido, pero como recordaba no hace mucho, Hamilton era el candidato con mayúsculas en 2009 y venció contra todo pronóstico Jenson Button —el de Stevenage tuvo que contentarse con acabar quinto—, y en 2014 era el alemán quien copaba las quinielas con sus cuatro campeonatos a la espalda, pero también terminó quinto mientras el de Mercedes AMG se alzaba con su segunda corona...

Sin pretender poner ni quitar nada a nadie, no asegura el triunfo ser el vigente Campeón del Mundo en temporadas de estreno radical de Reglamento Técnico.

Mal que queramos 2022 es una completa incógnita. Bueno, hemos visto un puñado de cacharrillos pero hasta que no comiencen a evolucionar en pista resulta muy arriesgado comprar boletos por uno u otro, de manera que la continuidad de Sebastian entra en toda lógica pues si hay que pescar, mejor que sea en río revuelto, ¿no?

El ñuísmo tiene sus propias dinámicas y sus peculiaridades y cosillas. La más relevante quizá sea esa dependencia natural que muestra por la rotundidad de los números, pero, y honestamente lo digo: si existía un momento adecuado para que Vettel probara fortuna de nuevo es éste, donde casi todo está por construir.

Os leo.

1 comentario:

Flechie dijo...

En 2006 , Bernie soltó a los cuatro vientos que Fernando no era un buen campeón para la F1 porque al parecer no le gustaban el famoseo y los saraos . Y pese a ser el mejor piloto de los últimos quince años , no volvió a ganar ninguno .
En 2010 Ecclestone apostó por Sebastian y el alemán se llevó los cuatro siguientes .
En 2013 Bernie se cansó del alemán y apostó por Luisito , ya que éste sí respondía al perfil juerguista y mediático que el carcamal pedía para representar bien a su categoría . Baste recordar que en aquella época Hamilton cuando estaba curda , se entretenía estrellando coches carísimos por las calles de Montecarlo .
Pero los tiempos estaban cambiando , como decía Dylan , y tras la llegada de Liberty el perfil requerido para representar a la F1 como campeón empezó a ser otro .
Y casualmente Luisito se transformó en un "social warrior" a la moda . Se vistió de vegano , ecologista y comenzó a reivindicar todo aquello que se le ocurría , a él o a su community manager .
En la última temporada hemos presenciado esa misma transformación en el piloto alemán . Ésto debería ser el mejor indicativo de que sus intenciones son las de seguir y si "hay suerte" , hacerse con otro auto dominante para volver a ser campeón . Sebastian quiere su porción del pastel.....
Le leo maestro