lunes, 21 de febrero de 2022

Arriba y abajo

Me vais a terminar conociendo como «el tipo que no tenía pensado escribir esta noche», pero, en fin, he visto un bonito jardín y me apetece echar el ratito en él...

Seré breve: llevamos desde 2009 hablando en Nürbu del calor como parte fundamental del comportamiento de los fondos planos, clave en el rake redbulliano del Mago de Milton Keynes a partir del RB6 de 2010, y quejándonos posteriormente de la poca importancia que se le daba por parte de los especialistas. Bien, visto el grueso de vehículos que disputarán el Mundial 2022, han cobrado un valor inusitado las benditas branquias —reguladas en la normativa— y hay quien ya se está tirando desde la azotea.

En principio, cualquier abertura en la superficie de la carrocería va a producir drag (resistencia al avance), y con más razón si la batería de agujeros ocupa un área generosa. Obviamente aquí está la raíz del miedo generalizado a las branquias porque parecen responder más a resolver supuestos problemas de calor que a ofrecer soluciones inteligentes, pero en esta lectura hay mucho matiz a incorporar.

En principio diría que tenemos que olvidarnos de la gramática que ha dominado el diseño de los monoplazas desde 2009 a 2021. ¡Fus, fus! El calor abajo resultaba primordial durante este periodo, porque, a igual volumen que el frío, el aire caliente pierde densidad (separa sus moléculas), y como los fluidos tienen la puñetera manía de ocupar todo el espacio libre que les dejemos, el caudal inferior se aceleraba favoreciendo la creación de una downforce más rentable en términos prácticos. Suponía un extra, para que nos entendamos, un extra muy interesante.

Esto se ha acabado. Los fondos planos son historia y disponemos ahora de formas alabeadas debajo (ayudan a la creación del efecto suelo), circunstancia que, atendiendo a la tendencia por las branquias recalcada por los diseñadores aerodinámicos de los coches de esta temporada —saben un huevo y la yema del otro, y con esto sé que no descubro el Mediterráneo—, nos indica que la temperatura elevada ya no es esencial ahí, donde funcionaba hasta Abu Dhabi 2021; pero como las unidades de potencia se concibieron en la etapa de los fondos planos... bueno, en la actualidad hay mucho calor disponible y quedaba ver dónde se utilizaba...

No pretendo aburriros. En un Venturi concencional, las presiones de la garganta de entrada y salida vienen a ser idénticas, con sus más y sus menos, y la downforce se produce en la parte más angosta del tubo o canal. Si abajo la cosa era más o menos controlable (sigue siéndolo), arriba es y ha sido muy diferente porque la carrocería se mueve en un sistema abierto donde la presión ambiental resulta predominante. 

Sintetizando, que es gerundio: los F1 no son aviones, carecen de suficiente superficie y si debajo del trasto podíamos producir un déficit controlado de presión de unas 0'40 atmósferas, un suponer, arriba la cosa ha sido siempre más complicada porque el valor ambiente es de 0'98 atmósferas y los fluidos tienen la puta manía de ocupar todo el espacio que les dejemos y tal, buscando además el equilibrio de temperatura, presión y energía.

Ya llegamos, no desesperéis. El calor, que resultaba esencial abajo hasta la campaña pasada ahora es indispensable arriba y, como había que sacarlo por algún sitio, lo propio era hacerlo a través de branquias que ayudarán a incorporar menor presión a los flujos superiores y laterales, acelerándolos...

En sentido estricto no son un problema (las branquias), forman parte el nuevo paquete de soluciones pues derraman el calor donde hace falta hoy, y, en conjunto, ayudarán a una mayor eficiencia del efecto suelo, porque cuanta mayor velocidad alcancen los flujos que bordean las formas exteriores mejor va a funcionar la parte baja de los nuevos coches, o eso es lo previsible. Y aquí viene donde la matan: si los ingenieros han elegido aplicar el excedente de temperatura en zonas concretas, seguramente se debe a algo que no se explicó adecuadamente cuando tocaba, pero, en todo caso, a mí no me miréis, soy de los que «no saben nada».

Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Amén!!!,
Por si alguien duda de lo que dices, sólo basta con darse una vuelta por internet y buscar fotos de los monoplazas más modernos con efecto suelo, el Dallara de la Indycar, tambien tiene sus branquias en la parte superior de los pontones, o los últimos F1 con efecto suelo (1982) todos "desparramaban" el aire caliente de los radiadores por la parte superior de los pontones y aunque no había tuneles de viento como ahora supongo que más de un ingeniero intuía que debía ser lo correcto.

javier dijo...

Esperando tu analisis de los monoplazas como agua de mayo....