miércoles, 9 de febrero de 2022

¿Qué podía salir mal? [Mercedes AMG]

Toto Wolff podía haber subido a George Russell al W12 ya en pretemporada, pero prefirió desgastar aún más el truco que lleva usando desde 2015, primero con Ferrari y posteriormente con Red Bull: fingir que Mercedes AMG iba por detrás o a la par que sus competidores hasta que llegaba el momento del hachazo y ¡zas!, pero en 2021 le ha salido el tiro por la culata debido a que la de Milton Keynes venía más fuerte de lo que presuponíamos todos, y a que Valtteri Bottas ha acusado excesivamente las pocas o nulas oportunidades que le ha brindado Brackley desde que se estrenó en la británica.

Fiarlo todo a un tipo que alargó innecesariamente su renovación no era una brillante idea. Lo escribí, lo comentamos y debatimos, y no lo era porque una máquina como el cacharro de la anglo-alemana [La reina (Mercedes AMG)] precisaba de una pareja de pilotos al menos tan sólida como la de 2017 a 2020, aquella dupla en la que si no aparecía uno surgía de la nada el otro, esquema que ha roto Wolff en 2021 pensando, tal vez, que Hamilton era suficiente.

Los errores del jefe austriaco han sido de libro. 

A lo de Russell que hemos comentado hay que sumar lo extremadamente bobo de anunciar que tu número dos abandonaría la escudería a final de temporada, cuando Max iba delante en la tabla de Pilotos y a Red Bull le faltaban 12 miserables puntos para subirse a la chepa de Brackley en la de Marcas [Stats F1], y peor: babosear la figura del finlandés cuando no hacía puñetera falta, antes del anuncio de su salida [Wolff aclara el comentario que molestó a Bottas] y en mitad de lo más duro de la lucha por los títulos [Bottas no es un fenómeno como Hamilton o Verstappen]...

Wolff ha cometido todos los pecados imputables a un gilipollas engreído; pero, como decíamos hace unas líneas, apostarlo todo a Lewis no era la mejor quiniela. Los errores del astro británico han sido monumentales aunque no merezca la pena pormenorizarlos, y, en consecuencia, el W12 ha languidecido cuando sobre el papel no tocaba, y a pesar de la ayudita de Pirelli cambiando el tipo de construcción de sus neumáticos traseros a mitad de sesión o la aparición de la Virgen en tantas que le ha pasado la FIA al de Stevenage.

Brackley ha ganado el Mundial de Constructores porque, a pesar de las tontunas y pesadillas de Toto Wolff, ha sido el mejor conjunto incluso contando con que Hamilton y Bottas han terminado segundo y tercero, respectivamente, pero debido, tambien, a que Checo Pérez ha tardado lo suyo en encontrar su lugar en el mundo, porque de haberlo hallado antes, seguramente estaría escribiendo esta entrada en otro tono y bajo otra perspectiva.

Sea como fuere, el desastre de Mercedes AMG —lo importante es el de Pilotos, por si no nos había quedado claro—, se ha debido más a la estulticia de Wolff que a otra cosa, lo que nos enseña que si detrás de un grandioso monoplaza no hay una inteligencia que sepa aprovecharla, cualquier esfuerzo resultará vano.

Os leo.

3 comentarios:

Cao Wen Toh dijo...

Se ha notado mucho la ausencia de Niki Lauda.

Erathor dijo...

Y ni tu ni yo contábamos con que fuera tan burro, ¿Verdad?

Siempre dimos por sentado la remontada. Pero cuando te confías...

Anónimo dijo...

No se puede explicar mejor.
Álvaro