viernes, 25 de febrero de 2022

#Unboxing [Haas]

A pesar de las evidentes variaciones sobre el modelo que presentó la decoración para este año, que, de momento, ha pulverizado Rusia con su intervención en Ucrania, el Haas VF-22 se aparta poquísimo del original by FIA'22, lo que propone un monoplaza con espíritu ramploncete, enfocado a resistir durante la temporada frente a dos plataformas que han tomado riesgos (Alfa Romeo y Williams) y, seguramente, dejarán a la de Kannapolis como firme candidata a ocupar, de nuevo, la última plaza de la parrilla.

Las enormes posibilidades del alerón delantero se han reducido a un conjunto que busca producir la mayor downforce posible para evitar que la nariz se vaya y facilitar que el aire sortee sin dificultad los neumáticos delanteros.

Como no se intuye un interés secundario más allá de lo que acabo de comentar, las previsibles turbulencias provocadas por las ruedas y suspensiones batirán prácticamente a pelo el arranque del cuerpo principal del coche —ríete tú de una borrasca azotando Finisterre—, de manera que éste pasa a la defensiva: aberturas de aireación en los pontones bastante ceñidas y volúmenes rotundos en ambos lados, presentando una marcada división hacia el final de los flujos laterales y superiores, con especial énfasis en estos últimos, pues alimentarán el alerón trasero...

Por no aburrirnos diré que el VF-22 no ha buscado complicarse la vida explorando las bendiciones del efecto suelo y ha depositado su confianza en el trabajo de las alas anterior y posterior y, por supuesto, en la unidad de potencia de Maranello. ¿Será suficiente...? 

Diría que no visto el currele de Hinwil y Grove con sus respectivos cacharros, lo que nos pone en que Haas puede haberse tomado 2022 como un año sabático mientras espera a poder comprar las soluciones que funcionen en Ferrari y Alfa Romeo. En todo caso, habrá que verlo, que decía aquél.

Os leo.

No hay comentarios: