jueves, 29 de agosto de 2024

La migraña


La realidad siempre acaba superando a la ficción, pero en Fórmula 1 no podemos tasar cómo nos afecta esta ley de la naturaleza porque el paddock rebosa mudez y pactos de silencio por el bien de todos, fundamentalmente del aficionado...

El caso es que notas algo en el ambiente y levantas el hocico y hueles el aire e imaginas de dónde viene —la brisa no, el hedorcillo—, y escribes que suena tan raro que a Checo le pasen tantas cosas chungas y que Max se encuentre tan y tan incómodo, por ejemplo, pero esperas a que alguien suelte la lengua y Horner acaba deslizando después del Gran Premio de Países Bajos: «I mean, we were winning races by 20, 25 seconds and Stefano (Domenicali, F1 CEO) was asking us to slow down in the first five races...» [We were winning by 25s, Domenicali asking us to slow down].

¿Sabéis lo que significa que un monoplaza que juega en la liga de los querubines finja ser un ángel cualquiera en el momento en que toca aclarar ideas y encontrar el camino? ¿Imagináis siquiera lo que supone en la línea de evolución de un monoplaza como el RB20, crítico hasta decir basta, solicitar a su escudería que pare un poquito por favor? ¿Calibráis el destrozo que produce a la competición que un mastuerzo como Domenicali imponga el criterio del drama artificial by Liberty Media en el Mundial 2024...?

Seguiremos escribiendo sobre apasionamiento, sobre fans buenos y malos, sobre deporte y negocio, sobre la excelencia de McLaren, sobre la Ferrari que no llega y sobre esa Mercedes AMG que continúa haciendo un trabajo insuficiente, pero no me quito de la cabeza Lo eres todo de Luz Casal, canción que acabaré enmudeciendo antes de dar el último paseo con Eileentxu y recogerme en casa sin haberme abierto las venas.

Os leo.

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