viernes, 30 de agosto de 2024

Estrenamos etiqueta


El desembarco de Franco Colapinto en Fórmula 1 ha dado para mucho más fuera de la pista que dentro, y entendiendo «más» como el inevitable ruido del choque entre aficiones y el originado entre algunos de sus propios compatriotas, que ya habían tomado partido y lo tenían to'claro antes de que el pibe se subiera siquiera al auto. 

Me cuentan como anécdota complementaria que el gremio de arqueólogos ha sufrido un par de bajas por herida de arma blanca en el amor propio, que se curarán sin medicación ni reposo si el chaval termina el fin de semana como lo ha comenzado —requerirá algo más de cuidado si algo se tuerce—, porque, a decir verdad, Colapinto ha cumplido con creces su cometido de sustituir a Logan Sargeant en la de Grove a partir del Gran Premio de Italia.

Confieso que he estado a punto de intervenir en algunas exquisiteces al grito de ¡Por Dios, que estáis hablando de un Williams de 2024!, pero me he contenido porque últimamente lo hago mucho y porque nadie iba a entender el chiste. 

En fin, en cuanto al ambiente que ha rodeado el evento recordar que en España sabemos mucho de cainismos propios y ajenos, si es que los hay. 

Fernando llegó a Ferrari gracias a don Emilio Botín y Carlos a Toro Rosso gracias a la mano que tenía su padre con los de Red Bull, que, a ver, son dos formulaciones de fácil digestión para los que no entienden ni papa de esto, dos burras de las que no se bajan ni así los maten y la realidad insista en negarlo con la cabeza. Y con Franco lo mismo. ¿El dinero lo ha traído a la máxima categoría o ha sido él el que lo ha atraído? ¡¿Qué más dará?!

A lo importante: estrenamos etiqueta en Nürbu [Colapinto] y, en lo que a mí respecta, espero usarla mucho y llenarla de logros pequeños y grandes y bonitas hazañas memorables...

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola José.
Aquí en Argentina estamos muy ilusionados con este piloto argentino. Ojalá tenga una buena trayectoria.