lunes, 26 de agosto de 2024

Ahora sí


Si en el Gateway Will Power acabó más quemado que la pipa de un indio por la jugarreta de Newgarden [Bommarito and Josef], en Portland la Fortuna sonrió al australiano permitiéndole vencer con suma facilidad y reengancharse así a la lucha por el título de la NTT IndyCar Series, donde anda Álex Palou como claro favorito, pero, como es costumbre en este hilo de anotaciones, hoy tampoco adelantamos acontecimientos.

Ferrucci partía desde la pole en el Portland International Raceway, circuito donde se celebró el Grand Prix of Portland, pero a Santino le duró la alegría lo que el agua an una cesta. Power, que salía segundo, arrebató el liderazgo al norteamericano en un abrir y cerrar de ojos con un arriesgado adelantamiento en la primera curva, seguido poquito después por Palou. 

El  español no se lo pensó dos veces en dejar atrás a Ferrucci tras el primer caution, a pesar de haber arrancado desde la cuarta posición, lo que vino a dibujar en las primeras vueltas lo que sería la totalidad de la carrera, o casi, porque Power dominó de cabo a rabo más de 100 giros de los 110 propuestos.

Dixon ya había quedado fuera de combate al ser embestido primero por Kirkwood y, después de reincorporarse, al encontrar en su camino a un errático Fittipaldi y terminar contra las protecciones. El propio Kirkwood navegaba tocado, lo que dejó espacio para que el pelotón se reordenara con Grosjean ocupando la cuarta posición y Herta alcanzando la quinta seguido por Lundgaard. Era momento de jugar con las estrategias pero éstas sólo afectaron a la montonera, pues Power había puesto proa a la victoria y ni él ni Palou iban a cejar en su empeño. Hubo, eso sí, un primer bonito espacio para la esperanza cuando Chip Ganassi engañó a Penske manteniendo al barcelonés en pista durante la parada de Power, que no fructificó porque el retorno de Álex al asfalto fue extremadamente lento.

Para mitad de la prueba el australiano firmaba un saldo de ventaja que rondaba los 4 segundos sobre el piloto catalán. Josef Newgarden ya era tercero en ese instante.

Todo iba según lo previsto cuando a Romain Grosjean se le fue totalmente la pinza, literalmente. El francés trompeaba en la curva 1, hasta aquí todo normal, pero se incorporaba golpeando a Christian Rasmussen, volviéndose a ir fuera de la pista e insistiendo en comprometer a otros pilotos mientras trataba de rodar con la rueda delantera derecha hecha unos zorros con dirección a pits. Dirección de Carrera no consideró descalificarlo por malote contumaz y gilipuertas pero lo empuró con un drive through.

Tras un breve periodo en el que la cabeza de la cita estuvo en manos de Colton Herta y Marcus Armstrong, Power volvió a aposentarse en ella, con Palou, Newgarden, Herta y Ferrucci yendo a estela de su monoplaza, y así hasta el giro 87, cuando su team lo mandaba entrar para ponerle gomas blandas y nuevas. La cosa estaba hecha.

El australiano veía la ajedrezada con prácticamente 10 segundos de ventaja sobre el español, que terminaba segundo. Newgarden acababa tercero sin haber podido rentabilizar sus intentos por inquietar a Palou, fundamentalmente debido al tráfico sufrido durante el segundo relevo. Herta y Armstrong completaban el Top 5, y por este orden.

Os leo. 

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